Consejos para no discutir con tus hijos sobre cómo educar a tus nietos
En muchas ocasiones la permisividad de los abuelos choca con las normas de los padres
Abuelos que se sienten obligados a cuidar de los nietos: "Siento que de no hacerlo soy mala persona"
MadridUna vez que los hijos ya están educados, han crecido y han formado su propia familia, comienza una nueva etapa en la vida de todo el mundo. Poder disfrutar de los nietos es para muchas personas un gran placer, aunque en ocasiones resulte agotador, pasar tiempo con ellos se convierte en un regalo, pero también en una fuente de conflicto con los hijos.
La figura del abuelo es importante para el niño, no solo puede ser un gran apoyo para él, también es una fuente inagotable de cariño, transmiten valores, conocimientos, comparten parte del legado familiar… Además de ser un gran apoyo para los niños, una figura extra que les cuida, protege y enseña, también son parte de la red de seguridad de los padres, que saben que pueden contar con ellos en momentos complicados.
Cualquiera que haya tenido una relación cercana con sus abuelos sabe lo importante que es para la nueva generación que esto también suceda. Esto no quiere decir que todo vaya como la seda o que no existan diferencias a la hora de educar a los más pequeños.
Evita conflictos con tus hijos al cuidar y educar a los nietos
Si tienen una relación cercana con sus nietos, los abuelos contribuyen a su educación y desarrollo, algo en lo que no siempre están alineados con los padres, que tienen su propia visión a la hora de hacer las cosas. Para evitar discusiones, los abuelos pueden tener en cuenta ciertos consejos, pero sobre todo deben ser conscientes de que es a los padres a quienes corresponde la responsabilidad educativa, aunque ellos también participen.
- Evita desautorizar a los padres. Esto en ocasiones se hace de manera inconsciente, para ‘ganar’ el afecto de los nietos, pero no debería ser así, hay que respetar las normas que ellos establecen, tanto si parecen demasiado estrictas, como si es el caso contrario.
- No criticar y juzgar, y menos delante del niño. Es importante tener claro que son los padres los que toman las decisiones importantes sobre sus hijos. Una opinión no pedida puede dar lugar a un conflicto mayor.
- La comunicación es importante. Saber cuáles son las normas que establecen los padres a la hora de educar a sus hijos es clave, tener claro qué límites tienen los pequeños y que no se pueden cruzar.
- Respetar las decisiones que han tomado. Siempre que no se ponga en riesgo al niño, seguir las pautas de los padres será lo mejor, por ejemplo, con sus normas de alimentación, que están establecidas por algún motivo.
- Cuidado con los regalos. Un capricho de vez en cuando seguramente no sea un problema, pero a la hora de hacer regalos un poco más grandes, lo mejor es consultar con los progenitores, para saber si es adecuado o se salta sus normas.
En definitiva, lo mejor es seguir las pautas marcadas por los padres, respetar sus decisiones incluso cuando no son las que tomaría uno mismo. La tarea de educar ya no está en manos de los abuelos y ahora su papel es el de acompañante.
