Sexología

El sex-shop para mayores de 50 años que se sienten intimidados por los 'juguetes' típicos

Pareja manteniendo relaciones sexuales. Getty Images
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La sexualidad no desaparece con la edad, pero muchas personas mayores de 50 reconocen sentirse excluidas de un mercado erótico que parece diseñado solo para los más jóvenes. Vibradores de gran potencia, catálogos de juguetes casi interminables y un lenguaje que intimida más que acompaña a muchos potenciales compradores. Frente a este vacío, una londinense de 61 años ha decidido abrir un espacio específico para quienes quieren seguir disfrutando de su intimidad sin sentirse fuera de lugar.

Sunset Satisfaction: simplificar el placer en la madurez

Según cuenta The Independent, una mujer de 61 años ha creado una tienda erótica pensada específicamente para mayores de 50 con el objetivo de mejorar su bienestar sexual. Se trata de Sunset Satisfaction, una tienda online nacida de la experiencia de Suzanne Noble.

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La idea surgió después de escuchar a la comunidad de su pódcast y de TikTok: “mucha gente en la cincuentena y la sesentena está teniendo verdaderos problemas con su vida sexual y con la manera de experimentar placer”. Quienes comentaban sus publicaciones le confesaban que en las tiendas convencionales los productos resultaban “demasiado potentes” para sus necesidades.

Ante ello, Noble apostó por lo contrario: “mantenerlo simple” y “no abrumar”, con una selección reducida, accesible y explicada de manera clara. Además de vibradores de menor intensidad, la tienda ofrece libros sobre sexualidad madura para guiar a quienes buscan reconectar con su cuerpo.

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Un cambio cultural en marcha

La apertura de Sunset Satisfaction se enmarca en un debate social más amplio. En 2021, la organización británica Relate lanzó una campaña con imágenes de parejas mayores manteniendo relaciones íntimas, acompañadas de un mensaje contundente: “el sexo y la intimidad pueden ser tan importantes para las personas mayores como lo son para cualquier otra”. El objetivo era derribar el estereotipo de que el placer es un derecho reservado a la juventud.

Los datos así lo confirman. Un estudio citado por la revista Wired recogía que solo un 5% de las personas mayores de 60 cree que el sexo debería quedar reservado a los jóvenes, y constataba que muchos en la sesentena, setentena e incluso ochentena recurren a dispositivos eróticos para revitalizar su vida íntima.

En Estados Unidos, la asociación AARP publicó en 2023 que “los juguetes sexuales diseñados para adultos mayores pueden ayudar con productos ligeros, ergonómicos y fáciles de manejar” y señalaba que menos de la mitad de los encuestados estaba satisfecha con su vida sexual en ese momento. La conclusión era clara: existe una demanda real de artículos adaptados a aquellos cuerpos que han ido cambiando con la edad, ya sea por artritis, sequedad vaginal u otras condiciones frecuentes.

El espejo español: bienestar y tabú

En España también se percibe esta evolución. Cristóbal Icaza, fundador de la cadena de tiendas eróticas Amantis, resumía su experiencia en una entrevista con Cinco Días: “al entrar en nuestra tienda erótica la gente hace un acto de valor”, reconociendo que todavía pesa el estigma, aunque el público femenino y el de más edad crece de forma sostenida. Su estrategia consiste en ofrecer espacios acogedores, luminosos y centrados en el bienestar, no en la transgresión.

La propuesta de Noble en Londres y las iniciativas que aparecen en España apuntan en la misma dirección: normalizar el deseo y el autocuidado sexual en la madurez, con un enfoque pedagógico y libre de intimidación.

La creación de Sunset Satisfaction supone un hito simbólico: demuestra que el placer no tiene fecha de caducidad y que el mercado erótico también puede ser un espacio de inclusión. La generación que hoy supera los 50 años no solo rechaza la invisibilidad, sino que reclama soluciones prácticas y respetuosas. Como recordó la terapeuta Gail Thorne en la campaña de Relate, “el sexo y la intimidad pueden ser tan importantes para las personas mayores como lo son para cualquier otra”.

Con iniciativas como esta, la sexualidad madura deja de ser un tabú para convertirse en una oportunidad de bienestar, autonomía y vitalidad. Y quizá estemos solo al principio de un mercado que hasta ahora había ignorado a millones de personas deseosas de explorar su intimidad sin complejos.