Relaciones LAT después de los 50 años: pros y contras para saber si esta tendencia está diseñada para ti
Existen tantos tipos de relaciones como personas, pero cada vez son más habituales las relaciones LAT
Tres claves para elegir mejor tras superar una relación dañina: "Observa más los actos que las palabras"
MadridEncontrar la manera de que una relación funcione no siempre es sencillo, tanto si se tienen veinte años como si ya se pasa de los 50. La clave siempre está en buscar la manera de que todo el mundo se sienta seguro y feliz y para ello, en ocasiones hay que salirse de la norma y buscar la forma que funciona para una pareja en concreto.
Las maneras tradicionales de construir la relación ya no son las únicas que triunfan y comienzan a despuntar tendencias como las parejas LAT, esas que han decidido de manera consciente y responsable compartir su vida, pero que no tienen intención de hacerlo bajo el mismo techo.
Las parejas LAT (Living Apart Together) deciden estar juntos para siempre, de hecho en muchos casos están casados, pero eso no les hace sentir la necesidad de convivir. Esto tiene ciertas ventajas y también algunos inconvenientes, que hay que conocer y ponderar antes de tomar la decisión. Una vez que se tiene claro que esto es lo mejor para la familia, no hay dudas de que todo el mundo será más feliz, sin intentar encajar en un marco que no es para ellos.
Relaciones LAT después de los 50 años: pros y contras de esta tendencia
Es algo bastante frecuente que, pasada cierta edad y con varias experiencias a la espalda, no apetezca demasiado renunciar a los espacios personales para convivir con otra persona. Conforme se cumplen años se van desarrollando ciertas costumbres, rituales y algunas manías de las que no apetece desprenderse, tampoco todo el mundo está dispuesto a compartir su espacio o dejar el propio.
Las parejas LAT no solo proponen una no convivencia, hay diferentes maneras de afrontarla y no solo está el caso de quien está cada uno en su casa. En algunos casos la propuesta es tener ciertas treguas de independencia, como otra vivienda donde se van turnando para poder tener ese necesario espacio, o el uso de un hotel.
Esta forma de vivir hace que sea posible que cada uno tenga su propio espacio, con sus normas y su decoración, también que todos los miembros de la pareja puedan tener su tiempo a solas. Evita discusiones habituales de la convivencia, como quién tiene que limpiar qué o hacer la compra. Preservar el espacio y la independencia es la principal ventaja para este tipo de relaciones, pero también hay ciertos inconvenientes.
La cuestión económica es la más destacable, compartir espacio implica también compartir gastos, pero merece la pena señalar que esta situación hace que sea más complicado pasar tiempo juntos. Si conviviendo no siempre es sencillo pasar tiempo de calidad en pareja, el hecho de vivir en lugares diferentes suma ciertas dificultades. Además, se puede caer en el error de intentar fingir que se está bien y no existe algún problema porque es el momento en el que se coincide, evitando hablar de los problemas.
La comunicación es esencial en cualquier caso y la decisión de ser una pareja LAT debe ser de ambos y no impuesta a ninguno.
