¿Sientes "nostalgia tóxica"? Claves para mirar al pasado con cariño pero sin quedarte anclado en él
Mirar al pasado no es malo, siempre y cuando esa nostalgia no nos impida seguir adelante
El auge de los festivales de la nostalgia: por qué nos encanta volver a las canciones de nuestro pasado
MadridLa nostalgia es una añoranza por un pasado que ya no está, la tristeza que se siente por situaciones, emociones o vivencias que han quedado en el pasado y que no es posible tener en el presente. Esto para muchas personas es algo bueno, pero no todo el mundo es capaz de gestionar esos sentimientos, aceptarlos, abrazarlos y disfrutar el presente. Hay quien siente lo que se conoce como ‘nostalgia tóxica’.
Conviene señalar que la nostalgia no tiene por qué hacernos recordar con exactitud el pasado, es decir, tendemos a mirar al pasado con nostalgia porque con el paso del tiempo hemos idealizado ese momento, lo hemos filtrado y nos hemos quedado con lo positivo, dejando que lo negativo quede minimizado. Se puede sentir nostalgia de algo que nunca llegó a pasar y también de una situación que fue malo, pero porque idealizamos ese pasado, minimizando aquello que en su momento nos hizo mal.
Nostalgia tóxica: claves para mirar al pasado con cariño pero sin quedarte anclado en él
La nostalgia en sí misma no es algo malo, siempre y cuando no nos ancle a ese pasado impidiéndonos seguir adelante. Esto es lo que se consideraría nostalgia tóxica, porque nos impide avanzar en la vida.
“Nuestro cerebro funciona como un editor benevolente”, explicó el psicólogo Antoni Bolinches en el pódcast Ojalá lo hubiera sabido antes, que comparte con Àlex Rovira y Francesc Miralles. “Borra sistemáticamente lo malo y tiende a amplificar lo bueno. Recordamos las vacaciones de la infancia como mágicas, pero olvidamos las discusiones familiares o las peleas durante el viaje”. Esa nostalgia nos lleva a la idealización, que puede ser un problema.
“Como tenemos la tendencia a evitar el sufrimiento, entonces evidentemente voy olvidando lo malo y recordando lo bueno, excepto, los pesimistas”, explica el experto, que propone una solución para manejar la nostalgia. “La memoria es selectiva y, por eso, hemos de procurar no engañar a nuestra propia memoria. Y para esto yo propongo un diálogo interior, o sea, hablar con nosotros mismos y tener capacidad de resistir la frustración. Porque quien no acepta una mala experiencia, automáticamente distorsionará su percepción de la realidad”.
Una de las claves para superar esa nostalgia tóxica es aceptar que todos tenemos defectos, pero también virtudes, que esos momentos que hemos idealizado también tenían cosas malas. Cuestionar los recuerdos, ese diálogo interior que señala Bolinches, ayuda a encontrar los matices que tendemos a olvidar.
Vivir con la vista en ese pasado que hemos idealizado no es lo mejor, por eso centrarnos en el momento presente y en todas las cosas que nos hacen sentir agradecidos puede ser un buen ejercicio. Buscar las cosas positivas que tenemos en el presente nos ayuda a desligarnos de ese pasado idealizado. Tener alicientes vitales o una razón de ser es otra de las claves, proyectos, metas, un propósito.
Por supuesto, en caso de sentir que esto nos supera y que no somos capaces de hacerlo solos, pedir ayuda siempre es la mejor herramienta, ya sea en nuestro entorno o con un profesional si se necesita.
