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La regla de los 2 minutos para vencer la pereza: el truco infalible para mantener la casa en orden sin esfuerzo

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La casa ordenada mejora la salud física y mental. Unsplash
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MadridMantener el orden en casa no siempre nos resulta sencillo, aunque nos parezca algo más que necesario. Nadie quiere vivir en una casa en la que todo esté patas arriba, pero para eso es importante mantener cada cosa en su sitio. Esto parece muy sencillo en la práctica, pero a la hora de la verdad requiere un esfuerzo por nuestra parte, a la hora de organizarnos y también de ponerlo en práctica.

Una casa ordenada es clave para ayudarnos también a reducir nuestros niveles de estrés, puede que no seamos conscientes de ello, pero que nuestro entorno esté desordenado nos afecta a nivel mental. El orden favorece las relaciones familiares, acabando con ciertas discusiones, y también mejora nuestro humor, porque no nos desesperaremos buscando algo que no sabemos dónde está. 

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Un ambiente ordenado favorece el descanso, tanto en el salón como en los dormitorios, también la concentración, si hablamos de nuestro espacio de trabajo. Nos ayuda a sentirnos mejor y en paz. Además de cuidar nuestra mente y nuestras relaciones familiares, también contribuye a mejorar nuestra salud, porque una casa ordenada acumula menos polvo y es más sencilla de limpiar.

Existen varios trucos y técnicas pensadas para que mantener el orden sea más sencillo y una de ellas es la regla de los dos minutos

La regla de los 2 minutos para mantener la casa en orden 

La forma más sencilla de mantener el orden en casa es no dejar que se desordene y para eso viene fenomenal seguir la regla de los 2 minutos que los gurús de la limpieza recomiendan, tanto nacionales como Patricia Fernández, como internacionales, como David Allen. 

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Esta es una regla práctica para mantener el orden en casa sin tener que dedicarle largas horas de trabajo y señala que si una actividad podemos hacerla en menos de dos minutos, lo mejor es que la hagamos ya. Esto ayuda a colgar la chaqueta en el armario en lugar de dejarla sobre la cama, a colocar los platos sucios en el lavavajillas en lugar de dejarlos en la pila o incluso a llevar el vaso de agua a la cocina en lugar de dejarlo en el salón o el dormitorio.

Todas estas son pequeñas actividades que no nos lleva nada de tiempo hacer (menos de dos minutos), pero que si se acumulan pueden llegar a parecernos un mundo y resultar abrumadoras. Demasiadas cosas por hacer complica saber por dónde empezar, si seguimos esta sencilla regla esos pequeños elementos que contribuyen al desorden desaparecen, haciendo que sea más sencillo centrarse en lo importante. 

Para seguir esta regla no nos hace falta despejar toda la tarde para dedicarnos a limpiar, ni perder un día de nuestro fin de semana. Además, es algo que podemos inculcar a los más pequeños de la casa, fomentando que ayuden con las tareas y convirtiéndolo en parte de su rutina desde el principio, invitándoles a ayudar en la medida de lo posible y haciéndoles así responsables de algunas pequeñas cosas en casa, como llevar su plato a la cocina o recoger sus zapatos.