Retocarse, pero sin que nadie lo descubra: la última obsesión es masculinizar el rostro al rejuvenecerlo
Muchos hombres han descubierto que no les importaría mejorar lo que asoma por encima de las mascarillas: aumenta el interés por el retoque sencillo y de rápida recuperación
Se impone la naturalidad y los rasgos típicamente masculinos: mandíbula cuadrada, pómulos angulosos y mentón bien definido.
La doctora Teresa Nieto nos habla de las mejores técnicas para conseguirlo
Mandíbula cuadrada, nariz recta, mentón pronunciado… El último deseo estético del hombre maduro tiene un nombre muy claro: masculinización facial. Es algo que llevan advirtiendo los cirujanos estéticos y responsables de clínicas desde hace tiempo, y que se 'peleaba' un poco son las técnicas unisex que se venían haciendo. Los hombres quieren acentuar su virilidad a partir de su rostro, pero no a cualquier precio. "Desean volver a esos rasgos que tradicionalmente se han considerado responsables de su encanto, pero piden naturalidad", nos confirma Teresa Nieto, fundadora de la clínica que lleva su nombre, y nos avanza que existen multitud de tratamientos para cubrir las necesidades específicas de cada uno preservando, sobre todo, su carácter. "Pocas cosas podrían afear más un rostro que la obsesión por quitarse años haciendo caso omiso a su fisonomía", añade.
La preocupación estética puede parecer paradójica en una situación tan crítica, pero el hombre necesita verse bien físicamente para mantener su autoestima. Y no olvidemos que, según un estudio de la consultora Kantar España, los españoles son los hombres m ás coquetos del mundo.
"La cuestión -indica Nieto- es bastante más compleja que poner un relleno en diferentes partes de la cara. Por eso, nuestro primer cometido es escuchar al paciente cuando llega a la consulta para después evaluar qué tratamiento será el más idóneo, según las áreas a tratar, el beneficio estético deseado y sus características. Aunque esté descontento con su cara, sería un error transformar sus rasgos. Las posibilidades son infinitas, pero hay que tratar respetando en todo momento sus proporciones y la simetría para garantizar resultados naturales".
Asegura que sus pacientes no ponen nombre a ese ideal, pero en la mente están las facciones icónicas de Javier Bardem, George Clooney o Brad Pitt. Su consejo es ir paso a paso, esculpiendo las zonas deseadas en diferentes sesiones, en lugar de tratamientos invasivos. "Modificando progresivamente, la mejoría se apreciará de forma mucho más sutil y conseguiremos ese deseo de mejorar, pero sin cambiar. Este tipo de medicina está bien hecha cuando apenas se nota. Y en esto es determinante la capacidad del profesional y su destreza, pero también su ética. Por encima de lo que pida el paciente, tenemos que velar por su salud y ajustar sus expectativas al tratamiento más idóneo y a las posibilidades de su cara".
