A clase con cascos y chaleco de obra para protestar por el deterioro del colegio Maestro García Rivero, en Bilbao
450 escolares conviven con andamios y trabajos de construcción por la caída de parte de la cornisa
Una de las ventanas de la escuela cayó al hall impactando encima de dos niños en 2018
Las brutales imágenes del maltrato de una profesora a una bebé de una escuela infantil de Torrejón de Ardoz, Madrid
Bilbao Los alumnos y el profesorado del colegio Maestro García Rivero de Bilbao han acudido a clase con cascos y chalecos de obra para protestar por su situación.
Los 450 escolares del centro conviven con andamios y trabajos de construcción desde hace meses por la caída de parte de la cornisa del edifico.
No ha sido la primera vez que se produce una situación así.
Unas de las ventanas de la escuela cayó al hall impactando sobre dos niños que tuvieron que ser trasladados de urgencia al hospital en 2018.
"La situación actual es insostenible. Los cascotes se desprenden de la cornisa, la propia fachada muestra un estado lamentable y el alumnado sufre un gran nivel de estrés por el ruido ensordecer del tráfico y la falta de espacio", afirman desde el García Rivero.
Un centro público digno y seguro
La comunidad escolar del Maestro García Rivero lleva denunciando el mal estado del edificio desde 2019.
Ha realizado varios informes y propuestas a las instituciones "para transmitir el estado de la estructura, la falta de espacio y las consecuencias que acarrean a las niñas y niños y sólo han recibido evasivas", aseguran.
Además, denuncian que, con la llegada de los Fondos Next Generation, el ayuntamiento se comprometió a invertir 2,5 millones de euros para la rehabilitación del centro.
"Comenzaría con al renovación de ventanas y lucernario pero han pasado años y no han hecho nada", denuncian.
La finalidad de la protesta es dar visibilidad a su situación.
"Necesitamos un centro escolar público digno para los alumnos de Atxuri y Casco viejo. Ahora no se cumplen esas condiciones", advierten.
Desde hace décadas, la escuela solicita utilizar el centro Emilio Campuzano, situado en frente, y su parte trasera, con un amplio espacio verde aislada del trafico, que ahora está en desuso.
"Han sido numerosas las ocasiones que el Gobierno vasco nos ha trasladado la aceptación de cambios sin traducirse en hechos reales".
Por ello, además de "seguir exigiendo las mejores estructurales del edificio", piden el traslado de los los alumnos hasta que su centro vuelva a ser un lugar seguro.