Sólo 1.800 personas pueden acceder al día al archipiélago, previa autorización. Encontrar un hueco se ha vuelto casi un golpe de suerte
Casi un tercio de los españoles opta ya por el extranjero para las vacaciones: viajar por España no siempre es más barato
VigoEl Parque Nacional de las Illas Atlánticas roza el lleno técnico. Las Islas Cíes, uno de los destinos más cotizados del verano en Galicia, apenas conservan plazas libres para agosto. Quien quiera pisar su arena blanca tendrá que darse prisa.
No es una exageración: el sistema de reservas de la Xunta echa humo. Y no es para menos. Sólo 1.800 personas pueden acceder al día al archipiélago vigués, previa autorización con nombre, apellidos y DNI. Y a estas alturas del verano, encontrar un hueco se ha vuelto casi un golpe de suerte.
Disponible a partir del 27 de agosto
A pesar de todo, aún hay alguna posibilidad. Si se rastrea día a día el calendario de agosto, todavía pueden encontrarse billetes a partir del día 27. El camping, sin embargo, lo tiene más complicado: hasta finales de mes, apenas queda disponibilidad para pernoctar. Eso sí, siempre y cuando se disponga de una tienda de campaña propia. Para las tiendas de alquiler, ya no hay opciones hasta el 31 de agosto.
La alta demanda no es nueva. Cada verano, turistas nacionales e internacionales se lanzan a reservar con meses (e incluso un año) de antelación. En los últimos veranos, el crecimiento de visitantes ha sido contante. La playa de Rodas, catalogada en su día como la más bonita del mundo, sigue siendo un imán irresistible.
Debido a la gran afluencia y con el objetivo de preservar el entorno protegido, durante la temporada alta (del 15 de mayo al 15 de septiembre) el acceso está regulado por la Xunta de Galicia. Sin este permiso, no es posible embarcar en ninguna naviera. Otra opción es visitar el archipiélago con un barco privado. Para hacerlo, son necesarios los permisos de navegación y fonde expedidos por el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. En este caso, el cupo es de entre 75 y 125 fondeos al día.
Para quienes se queden fuera en agosto, septiembre puede ser la alternativa. El clima sigue acompañando y la isla respira con algo más de calma. Eso sí, incluso para entonces, conviene reservar ya. Porque en Galicia, el paraíso no se improvisa.