Una estudiante de piloto de vuelo de la compañía EasyJeat ha muerto tras sufrir la grave picadura de un mosquito en su frente. La joven que falleció a sus 21 años se llamaba Oriana Pepper y su caso se ha hecho público un año después de su muerte tras conocerse el informe de la autopsia que le realizaron los médicos forenses.
Al parecer, la joven británica había estado estudiando para ser piloto de vuelo en Oxford. Tras haber superado todos sus exámenes teóricos, Oriana Pepper viajó desde Reino Unido hasta Bruselas para seguir con sus prácticas. Concretamente, fue en Amberes donde la estudiante sufrió la picadura de un mosquito en su frente, justo encima de su ceja.
Poco a poco, la herida que le causó la picadura del insecto comenzó a empeorar y Oriana Pepper empezó a notar un fuerte dolor. Por eso, su novio, James Hall, la trasladó hasta el hospital donde fue atendida. En el centro médico al que acudió el pasado 7 de julio de 2021 le recetaron varios antibióticos y decidieron mandarla para casa. Sin embargo, la joven no notó mejoría y comenzó a sentirse peor.
El 9 de julio, tan solo dos días después de haber acudido a urgencias, el novio de Oriana Pepper la volvió a llevar hasta el hospital al ver que su a pareja se le había trasladado el dolor de cabeza hacia la espalda y que tenía dificultades para hablar. Al llegar al centro médico y ver el empeoramiento de la estudiante de vuelo, los médicos decidieron ingresarla. Tan solo tres días después, Oriana Pepper falleció rodeada de sus padres, de su hermano y de su novio.
Casi un año después del fallecimiento de la joven británica de 21 años, se han hecho públicos los informes forenses. Al parecer y según ha comentado Nigel Parsley, forense del caso, la estudiante murió a causa de “una infección grave causada por la picadura de un insecto en la frente”.
La picadura del mosquito le provocó una infección que terminó convirtiéndose en una “embolia séptica que llegó hasta el cerebro”. El propio forense se ha mostrado realmente sorprendido de la causa de la muerte de la joven ya que, según afirma Nigel Parsley, “nunca antes había visto un caso como este”.
Ahora y tras un año de su muerte, la familia de Oriana Pepper ha conseguido sacar adelante una beca en su honor para así ayudar a otras jóvenes que quieran estudiar para ser algún día piloto de vuelo.