Irlanda sigue en shock: condenados los menores que violaron y mataron sin piedad a Ana Kriégel, de 14 años

  • Ana se sentía sola: fue violada y asesinada por un menor al que creía amigo

  • Uno de los menores tenía importante material pornográfico violento

  • Uno de los menores incitó al otro al crimen como si fuera un juego

Los padres de Ana, Patric y Geraldine Kriégel, se fundieron en un abrazo de dolor al conocer la sentencia condenatoria de dos menores por la violación y el asesinato de su hija después de siete semanas de un juicio que ha conmovido a todos. No en vano, refleja algunos de los peligros y el perfil más perverso de los jóvenes de hoy. Soledad, rabia, impotencia, pornografía, la muerte como un juego y la falta de humanidad se unen en esta historia.

Ana Kriégel está en la mente de toda Irlanda. No es para menos porque su caso estremece. Con solo 14 años fue violada y asesinada por dos menores que cometieron sus actos con solo 13 años.

Allí en el suburbio de Lucan en Dublín se preparaba la tragedia. Ana siguió al que creía que se habóa convertido en su amigo hasta una granja donde le esperaba otro amigo. Tenían todo preparado, lo que la policía ya llama el kit del asesino, es decir, máscara de zombie, guantes negros, espinilleras y rodilleras. Como si de una película se tratara. The Guardian relata cómo por tener, disponían hasta de armas para acabar con la vida de la joven: un palo y un bloque de hormigón.

Ana se sentía sola. Había llegado de Rusia, era alta llamativa pero también deficiencias. Escasa visión y audición, poca memoria por culpa de un tumor que le fue estirpado. Usaba todas las redes sociales para hacer amigos. Era el bicho raro que a veces se sentía morir, algo que también dejaba claro en las redes. Ana nació en febrero de 2004 en Novokuznetsk, en Siberia occidental. Fue adoptada dos años más tarde por Geraldine y Patric Kriégel. Geraldine era gerente de la empresa estatal de transporte. Patric enseñó francés en el Instituto de Tecnología de Dublín. Con Ana se metían en clase por tener padres de mentira, por ser diferente.

La historia de los menores no es mejor. Uno de ellos tenía en casa abundante material pornográfico violento. Fue él quien incitó a uno de sus amigos para matar a alguien. Como si fuera un juego. El objetivo fue Ana, una víctima propicia por sus comentarios en las redes. Una niña que quería tener amigos. Una niña que se defendió de la muerte. Su cuerpo fue encontrado tres días después de desaparecer desnudo y con una cinta al cuello. Tenía múltiples contusiones y había sido violada. Los menores fueron condenados: uno por asesinato y violación y otro por asesinato. Los padres de los menores no se lo creen. Irlanda tampoco.