El servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, RFS, ha confirmado este jueves que todos los incendios del estado –la localidad más poblada de Australia– han sido controlados. Esta noticia es una de las más optimistas desde que el país oceánico se viera sumido en el horror a causa del fuego, que ha provocado la muerte de al menos 29 personas y más de 1.000 millones de animales, además de arrasar millones de hectáreas.
“Por primera vez, en todo lo que ha sido una temporada de incendios traumática, agotadora y ansiosa, todos los incendios en Nueva Gales del Sur están controlados. Los bomberos, los servicios de emergencia y las comunidades han necesitado mucho trabajo para llegar a este punto”, señala el RFS en su cuenta de Twitter.
El 2019 fue el año más cálido y seco jamás registrado en Australia. Por el momento, 24 incendios continúan activos en Nuevo Gales del Sur, pero ahora están bajo control. El fuego afectó a casi todas las regiones del país desde septiembre de 2019, con más de 200 focos en todo el país, según recoge The New York Times.
Los incendios no son el único clima extremo: las tormentas han azotado gravemente a Melbourne, Sídney y Canberra, la capital. Las lluvias torrenciales, por otra parte, han mermado el resto de incendios activos en el país. La situación actual de los incendios está muy lejos del momento en el que se inició la crisis. Sin embargo, Australia se encuentra sumida ahora en un grave temporal adverso, que ha causado numerosas inundaciones. Las consecuencias del clima no cesan.