El traslado del autobús de 'Hacia rutas salvajes' desde el corazón de Alaska

  • Las autoridades decidieron trasladar el autobús porque se había convertido en una atracción peligrosa

  • Al menos dos personas han muerto y una veintena han sido rescatadas al intentar llegar hasta el mítico autobús

  • Sirvió de refugio al aventurero Chris McCandless, cuya historia Sean Penn llevó al cine

Había pasado de ser una reliquia histórica y cinematográfica a convertirse en un problema. Y las autoridades de Alaska han decido solucionarlo a lo grande. Un Chinook de la Guardia Nacional se ha llevado volando el autobús de "Hacia rutas salvajes" ("Into the wild") desde el corazón de Alaska hasta "un lugar seguro" mientras se le buscan una ubicación definitiva.

El autobús llevaba allí, en el Parque Nacional Denali, cerca de 60 años, desde que lo abandonó una empresa de construcción tras realizar unas obras de carretera. Y fue el refugio y la última morada de Chris McCandless, el aventurero que a los 24 años, en 1992, decidió aislarse del mundo y acabó muriendo de hambre.

Junto con su cadáver fue hallado el diario en el que contaba su experiencia durante los 113 días que sobrevivió. Esa historia fue la que primero recogió la novela de Jon Krakauer y después la película de Sean Penn "Into the wild" ("Hacia rutas salvajes" en español), en 2007. La cinta la protagonizaron Emile Hirsch, Marcia Gay Harden y William Hurt.

Una ruta peligrosa

Pero con la fama vino el problema. El halo de romanticismo que desprende la vida del joven McCandless ha tenido efecto llamada. Y muchos fans se han puesto en marcha con el objetivo de visitar el autobús. Para llegar hasta allí hay que cruzar el río Teklanika y, dependiendo de la época, es un río peligroso paras vadear. No sólo eso. Además, la zona no tiene cobertura de móvil. Y el tiempo es muy cambiante.

Al menos dos personas se han ahogado haciendo la ruta. La última fue una mujer, el año pasado. êr es que además ha habido una veintena de operaciones de rescate. De ahí que las autoridades de Alaska decidieran tomar medidas drásticas.

El alcalde de la localidad más cercana, Denali, ha dicho que sentía "un gran alivio" al ver salir el autobús de allí. porque era una "atracción peligrosa". Aunque también ha querido subrayar que la medida le provocaba "sentimientos agridulces" porque "es parte de nuestra historia que se pierde en el camino".