El ataque tuvo lugar cuando el hombre, de 48 años, se metió en el agua. El hombre pidió ayuda, pero no había nadie cerca, aunque logró librarse del cocodrilo por cuenta.
Al huir del animal, el hombre se metió en un viejo frigorífico que había en la playa y utilizó su cinturón para detener la hemorragia. En esas condiciones pasó toda la noche.
Cuando el cocodrilo se le acercaba, hacía ruido para asustarlo y lograba que el animal retrocediera. Tras 12 horas, el hombre fue visto por transeúntes, quienes lo llevaron al hospital. No obstante, era demasiado tarde para salvar su pierna y los médicos debieron amputarla.
Ahora el electricista busca ayuda para conseguir una prótesis y volver a su vida normal, tal y como recoge 'RT'.