Mikayla Stutchbery, de 24 años, acudió a una clínica estética para que le aumentasen el volumen de los labios, pero tras la inyección sintió algo raro. “Una parte comenzó a hincharse mucho y se puso blanco alrededor, como si se estuviese muriendo”, publica ‘New York Post’ citando al ‘9News’.
La joven regresó a la clínica donde la hicieron el relleno y allí le dijeron que era un herpes o una infección que la habría causado su perro al lamerle la cara.
“Nunca he tenido un herpes labial en toda mi vida. Fue extremadamente doloroso y después me salieron ampollas y estallaron, y entonces me tragué el relleno y me desmayé”, explica.
Por su parte, el médico le recetó antibióticos. Stutchbery estuvo dos semanas de baja porque era alérgica a este tipo de medicamentos y la despidieron del trabajo.
Mark Ashton, expresidente de la Sociedad Australiana de Cirujanos Plásticos, ha dicho que el relleno se le inyectó en la arteria y se salió: “Se pudo haber quedado ciega. En mi opinión, hay pocas dudas de que a esta joven se le inyectase relleno en las arterias que irrigan el labio superior”.
“Ese relleno causó la muerte del tejido. Podría haber subido a la cara por el costado de la nariz y al ojo, y se podría haber quedado ciega al instante", agrega.
Sin embargo, la clínica ha rechazado las acusaciones de Stuchbery: “No hay evidencia médica de que el tratamiento con Laser Clinics haya causado alguna infección”.