El presidente Donald Trump lo vuelve a hacer. En público y ante las cámaras se ha burlado de la congresista demócrata Rashida Tlaib al no poder reencontrarse con su abuela en Cisjordania después de que Israel le prohibiera la entrada al país.
Tlaib rompió a llorar cuando hablaba de las visitas que había hecho de niña para visitar a su abuela en Cisjordania y de cómo su madre y ella misma tenían que pasar por "inhumanos puestos de control" en la frontera, a pesar de que eran "estadounidenses y estaban orgullosas de serlo".
El gobierno israelí prohibió la entrada al país a Tlaib y a Ilhan Omar, congresista de Minnesota porque apoyan el boicot a Israel. Trump presionó a Netanyahu asegurando que este mostraría una "gran debilidad" si permitía que las dos congresistas demócratas entraran al país.