Singapur encarcela a una mujer que tuvo covid-19 y ocultó que había estado viéndose con un hombre

  • Oh Bee Hiok, de 65 años, ha sido condenada a 5 meses de prisión

  • Temía que pensaran que tenía una relación extramatrimonial

  • El amigo desarrolló la enfermedad días después de verla

Un tribunal de Singapur ha condenado a cinco meses de prisión a una mujer que contrajo covid-19 en febrero del año pasado por ocultar que había estado en contacto con un conocido aquel mismo mes, según informa la prensa local.

Oh Bee Hiok, de 65 años, ocultó al Ministerio de Sanidad que se había reunido en múltiples ocasiones con su amigo Lim Kiang Hong, de 71 años, antes de que se le diagnosticara la enfermedad el 26 de febrero de 2020, por miedo a que pensaran que pudiera tener una relación extramatrimonial con él, indicó este sábado el periódico de la ciudad-Estado 'The Straits Times'.

Por ocultar dicha información, un tribunal singapurense condenó la víspera la mujer a la pena de cárcel, después de que el Ministerio de Sanidad descubriera, a través de los tickets de aparcamiento de ambos y otras pruebas, que había estado en contacto con su amigo varios días a la semana, aprovechando que su marido se ausentaba para ir a jugar al bádminton.

El amigo de la acusada también contrajo el covid-19 un mes después, aunque no por haber estado en contacto con la mujer, pero eso no fue óbice para que el juez impusiera una pena de prisión, a pesar de haber sido el argumento de la defensa para que la sentencia se limitara a una multa.

“Aunque puedo entender los motivos de la señora Oh y su deseo de mantener en secreto sus reuniones con el señor Lim, estoy de acuerdo en que se trata de razones egoístas e interesadas, en detrimento de la acuciante necesidad de interés público de controlar la pandemia”, razonó el juez al dictar sentencia, según recoge el Straits Times.

La ciudad-Estado, de 5,6 millones de habitantes, contabiliza desde el inicio de la pandemia 29 fallecidos por covid-19 y 58 mil 813 casos confirmados, alrededor del 90 por ciento entre trabajadores inmigrantes poco cualificados que viven hacinados en barracones.