La fiscalía saudí pide pena de muerte para los cinco acusados de la muerte de Khashoggi

telecinco.es 15/11/2018 11:48

El fiscal general de Arabia Saudí, Saud al Moyeb, anunció que ha solicitado la pena de muerte para cinco personas que han confesado haber participado en el asesinato el pasado 2 de octubre del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.

"Me ahogo... Quítame la bolsa de la cabeza, soy claustrofóbico", fueron las últimas palabras del periodista, que nunca salió de la embajada saudí en Turquía. La polvareda política fue de gran calibre y sigue viva, aunque el príncipe saudí sigue señalado en las sombras. Lo cierto es que Erdogan confirmaba en persona que Khashoggi, muy crítico con el régimen saudí, fue descuartizado el mismo día que puso un pie en la embajada. Las sospechas apuntan a lo más alto y más desde que el NYT sacara a la luz las grabaciones de Mahir Abdulaziz Mutreb, uno de los expertos en Seguridad que estuvo ese día en Turquía. "Díselo a tu jefe, está hecho". sentenciaba este. Sin mencionar el nombre para claro a quién se refería este con su jefe.

No solo eso. El periódico turco 'Sabah' publicaba esta misma semana que las imágenes de la de rayos X tomadas en el aeropuerto de Estambul a las maletas del "escuadrón de la muerte" que mató a Khashoggi mostraban en su viaje de vuelta a su país lo que se encontraba en ellas.

Unas maletas con herramientas para matar

Nada menos que diez teléfonos, cinco radios, un supresor de señales inalámbricas, dos jeringas grandes, dos dispositivos de electroshock, tres grapadoras y una herramienta similar a un escalpelo. Teniendo en cuenta lo que ya se conoce de la muerte del periodista del Washington Post, parece que estamos ante un escuadrón con un objetivo claro. Erdogan ya dijo que la muerte de Khashoggi fue tan cruel como premeditada y planeada. Él mismo fue con miedo a la Embajada. Pensaba que las críticas al régimen podían costarle la vida, no en vano por ello estaba en EEUU.

The Guardian habla de un chantaje rechazado

The Guardian va mucho más allá al desvelar que las autoridades saudíes estaban más que molestas con Erdogan y su manera de proceder tras el asesinato. No solo eso. Desvelan que pudo existir una generosa oferta para guardar silencio que el líder turco rechazó furioso. Cosas de la geopolítica. No en vano, Turquía ha aprovechado el suceso para mejorar de forma notable su imagen internacional, muy deteriorada tras la deriva autoritaria de Erdogan.