¿Qué tiene la monarquía británica para encandilar a medio mundo?

Informativos Telecinco 19/05/2018 14:51

¿Cuál es el secreto para que la casa Windsor despierte tanta admiración? A priori, solera. Es una de las casas reales en vigor más antiguas del mundo y un récord: la Reina Isabel II es la monarca que más tiempo ha reinado. Casi 66 años al frente de la corona, Una corona que reina también en 16 países de la Commonwealth. Pero, sobre todo, la Corona británica es una marca comercial muy rentable. Con un valor estimado cercano a las grandes entidades bancarias.

Una imagen de marca que hoy afronta la cuarta boda real que será retransmitida en directo al mundo entero. El mejor escaparate y también el mejor momento para estimar el grado de interés que despierta la familia real británica. La boda de Isabel II hace ya más de 70 años, en plena postguerra, fue la primera en grabarse en vídeo y la radio BBC retransmitió en vivo la celebración para 200 millones de personas. Un momento que el entonces Primer Ministro, Churchill definió como un toque de color en el duro camino que debían recorrer.

La lejanía que durante años mantuvo la familia real británica saltó por los aires con la llegada de Diana de Gales, Su boda con el Príncipe Carlos fue seguida por más de 750 millones de espectadores en todo el mundo, pero años después el cuento de príncipes y princesas se desmoronaba dando lugar al ‘año horrible’, como así llamó la reina Isabel a 1992.

La muerte de Diana de Gales, supuso un punto de inflexión para los Windsor, que Isabel II supo gestionar. Hoy el protagonismo de la marca Windsor lo acaparan los hijos de Diana en detrimento del príncipe Carlos, el eterno heredero.

La boda del Príncipe Guillermo y Catalina llegó a más de 160 millones de espectadores sin contar los millones que la siguieron a través de Internet. Hoy se casa el príncipe Enrique, quien según los sondeos de opinión es el miembro de la realeza británica con mayor respaldo popular.

Sin duda alguna la expectación de los enlaces reales británicos suponen un acontecimiento mundial, aunque ninguna de estas últimas cuatro bodas alcanzará la audiencia de un funeral: entre 2.000 y 2.500 millones de personas siguieron por televisión el de Diana de Gales.