Una pequeña tailandesa ha sobrevivido a lo que podría haber sido una tragedia. Las cámaras de seguridad de un hotel la grabaron trepando una barandilla y lanzándose al vacío.
Se quedó colgada durante unos segundos, pero después se precipitó desde una altura de 30 metros, equivalente al piso 11 de un edificio.
Tan solo tiene rotos una pierna y un brazo.
Un descuido del padre de la pequeña, permitió que saliera de la habitación sin que nadie se diera cuenta.