Miles de personas se manifiestan en distintas ciudades de Francia para condenar el racismo

  • En París la convocatoria pacífica terminó con disturbios

  • La policía ha tenido que lanzar gases lacrimógenos y proyectiles de goma durante las protestas

Miles de personas se congregaron este martes frente al tribunal de París para protestar contra la violencia policial pese a que la manifestación estaba prohibida, en un contexto internacional marcado por los disturbios en Estados Unidos. Tras una marcha pacífica, han estallado incidentes que han provocado la respuesta de la policía.

Tras algunas de las barricadas que los manifestantes han montado en las calles, la policía ha tenido que lanzar gases lacrimógenos y proyectiles de goma. Durante las protestas se ha prendido fuego a bicicletas y cortado cortado la circunvalación principal de la ciudad. Algunas personas han lanzado piedras a los agentes y otros objetos del mobiliario urbano.

Los manifestantes fueron convocados por el comité de apoyo a la familia de Adama Traoré, un joven negro de 24 años que murió en 2016 tras ser arrestado.

"Hoy no se trata solo del combate de la familia Traoré, se trata del combate de todos ustedes [...]. Hoy, cuando peleamos por George Floyd, peleamos por Adama Traoré", lanzó Assa Traoré, hermana mayor de Adama, frente a los manifestantes, que gritaban "Revolución" o "Todo el mundo odia a la policía".

Las manifestaciones coinciden con un movimiento de protestas en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd.

"Lo que ocurre en Estados Unidos es lo mismo que ocurre en Francia", consideró la activista. El 19 de julio de 2016, Adama Traoré falleció en una comisaría de las afueras de París, unas dos horas después de haber sido arrestado por los gendarmes.

Este caso se ha convertido en otro símbolo de la violencia policial. La semana pasada, el juez desestimó la responsabilidad de los gendarmes, pero el martes, otro informe emitido por la familia de la víctima, apuntó hacia el placaje en el vientre, la técnica de detención empleada por los gendarmes.

Antes de la protesta, el jefe de la policía de la capital, Didier Lallament, envió un correo a los agentes en el que les aseguraba que "entendía su dolor" y en el que afirmaba que "en la policía no hay razas, ni racializados ni opresores racistas. Hay funcionarios comprometidos con la libertad, la igualdad y la fraternidad", según una información publicada por el portal Mediapart y confirmada por la prefectura de la policía a la AFP.