Da una paliza de muerte a su hijo recién nacido al no soportar su llanto: ha sido condenado a 15 años de cárcel

  • Le golpeó, lo zarandeó, le rompió varios huesos y lo lanzó contra el fregadero

  • Le dejó los dos nervios ópticos completamente ensangrentados

  • El niño tenía siete semanas de vida

El pasado 30 de septiembre, un juzgado del estado de Utah, en Estados Unidos, condenó a 15 años de cárcel a un joven de 22 años por matar a su hijo de tan solo siete semanas. Según han informado diferentes medios locales como el canal de televisión 'KUTV', Clint Nokes fue juzgado por el asesinato del recién nacido en diciembre de 2017. Al parecer, el joven de 22 años pegó una brutal paliza al bebé al no soportar el llanto del niño.

Las autoridades que se presentaron en el juicio y que estuvieron investigando la muerte del pequeño en 2017 aseguraron durante el litigio que Clint Nokes abusó en repetidas ocasiones de su propio hijo. Sin embargo, la brutal paliza que acabó con la vida del pequeño sucedió el 1 de diciembre de 2017 cuando el acusado llamó a los servicios de urgencia asegurando que su hijo no respiraba y que estaba intentando reanimarle.

El pequeño fue trasladado al servicio de urgencia donde murió horas más tarde. Al ingresar en el centro hospitalario, el personal médico detectó que el bebé tenía varios “huesos rotos, una fractura de cráneo, daños severos en la columna, un desprendimiento de retina y otras lesiones”. Al tener constancia del estado en el que se encontraba el menor, los sanitarios comunicaron el caso a la Policía que comenzó a investigarlo.

Por su parte, el padre del bebé declaró a los agentes que estaba alimentando al niño cuando intentó hacerle eructar. Al no soltar el pequeño ningún gas, su padre intentó provocárselos y, finalmente, el niño quedó inconsciente debido a los golpes recibidos. Sin embargo, horas más tarde Clint Nokes confesó todo lo que realmente había ocurrido.

Según su propio testimonio, el padre estaba tan cansado por los llantos del niño que “explotó”, lo agarró por los brazos, lo zarandeó, lo tiró contra el fregadero de la cocina y terminó arronjándole contra el sofá del salón de su casa.

En la autopsia que las autoridades realizaron al cuerpo del recién nacido encontraron una fractura de cráneo de diez centímetros y los dos nervios ópticos completamente ensangrentados. También tenía rotos el húmero, una costilla y las tibias.

Por todos estos actos, el juzgado de Utah encargado del caso ha condenado a Clint Nokes tras su confesión a 15 años de cárcel.