Varios guerrilleros maoístas han quemado varios vehículos, instalaciones y casas y han robado armas en dos ataques separados contra minas de propiedad privada en Filipinas, según informó el ejército este jueves.
Los rebeldes comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), activos en casi todas las provincias del país, recogen fondos para sus actividades extorsionando a las empresas o destruyendo las propiedades de aquellos que no pagan. Estos pagos se conocen como "impuesto revolucionario".
El miércoles, un gran grupo de milicianos atacó una mina propiedad de Drill Corp., en la isla de Negros, en el centro del archipiélago, quemando vehículos, equipos y las viviendas de los trabajadores.
Los empleados y el personal de seguridad no resultaron heridos, pero los rebeldes cogieron armas y algunos objetos del personal", explicó John Andrada, un portavoz del Ejército. "Creemos que el ataque es una forma de represalias de los rebeldes ya que la empresa estaba ignorando las peticiones de extorsión", añadió.
En Maco, en la isla de Mindanao, en el sur del país, tuvo lugar un ataque similar contra otra mina. El Ejército declaró que unos 50 rebeldes prendieron fuego a tres vehículos, se hicieron con varias armas y dañaron distintos equipos de trabajo.
El teniente coronel Lindon Paniza aseguró que "la extorsión está detrás del ataque".
El NPA lleva luchando desde hace 40 años para derrocar al Gobierno central. A principios de este año, se reiniciaron las negociaciones de paz tras más de seis años sin conversaciones formales. El pasado diciembre, los maoístas amenazaron con llevar a cabo distintos ataques contra las minas ya que según ellos, destruyen el medio ambiente y le quitan la riqueza a los filipinos pobres.