Multas

Luces antiniebla: cuándo usarlas y cuándo no (porque podrías estar cometiendo una infracción)

Las luces antiniebla son muy deslumbrantes
Las luces antiniebla son muy deslumbrantes. Unsplash
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La niebla es un peligroso factor meteorológico que puede causar accidentes graves debido a la visibilidad reducida. Teniendo en cuenta que el 90% de la información que nos llega mientras conducimos lo hace a través de la vista, la presencia de bancos de niebla puede hacer muy complicado y peligroso conducir en condiciones mínimas de seguridad vial. Por ello, podemos valernos de las llamadas luces antiniebla, pero debemos saber cuándo, porque usar las luces indebidamente también nos puede costar una multa.

Luces antiniebla obligatorias y opcionales

La Dirección General de Tráfico define las luces antiniebla como “refuerzos luminosos para momentos de visibilidad reducida por diversos motivos - lluvia intensa, nevada, niebla espesa o nubes densas de humo o polvo- en los que las luces de cruce son insuficientes”.

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En primer lugar, hay que dejar claro que no todas las luces antiniebla son de instalación obligatoria. De hecho, las únicas luces antiniebla obligatorias que debe llevar un vehículo al salir de fábrica son las traseras (excepto motocicletas, puesto que no están obligadas a llevar ninguna). Esto se explica más fácilmente si tenemos en cuenta que son las traseras las únicas que debemos activar obligatoriamente en casos de visibilidad reducida a causa de la niebla.

Las delanteras, por tanto, es un añadido del que podemos disponer o no (aunque es prácticamente imposible ver un modelo actual en el que el fabricante no las haya instalado). Esto se debe a que su utilización no es obligatoria incluso en casos de niebla espesa, sino que se deja a elección del conductor su activación o no. Al ser unas luces potentes, pero bajas y anchas, su principal utilidad es la de ayudar a seguir las líneas de la carretera para seguir las líneas del borde de la calzada.

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La regulación del uso de unas y otras es la siguiente: la luz antiniebla trasera, que puede ser una o dos de color rojo más intenso que la de posición, es de uso obligatorio porque sirve para señalizar nuestro propio vehículo al resto de conductores que circulan detrás nuestro. Sin embargo, no siempre hay que activarlas, sino que se deben usar solamente si las condiciones climáticas lo exigen (principalmente, niebla densa, lluvias o nevadas intensas). De lo contrario, usarlas cuando no se debe puede provocar deslumbramiento a los conductores que circulan detrás.

En el caso de las luces delanteras antiniebla opcionales, de color blanco, ilumina hacia los lados del vehículo, por lo que solamente se recomienda — que no obliga — utilizarlas tanto de día como de noche si las condiciones meteorológicas son de niebla, lluvia fuerte, nevada o nubes de polvo. Además de estas condiciones naturales desfavorables, también se podrían utilizar cuando estamos en carreteras mal iluminadas, estrechas (menos de 6,5 metros de anchura) y con curvas sucesivas (señalizadas con señales que indiquen una sucesión de curvas próximas entre sí).

Otros consejos para conducir en condiciones de baja visibilidad por niebla o precipitaciones, además del uso apropiado de la iluminación de refuerzo, son la aplicación de una mayor distancia de seguridad. De esta forma, nos permitirá ampliar el tiempo de reacción ante cualquier incidencia y evitar alcances. También es recomendable reducir la velocidad por el mismo motivo. En vías con múltiples carriles, la DGT recomienda hacerlo en el que esté situado más a la derecha, para usar las líneas del arcén como referencia y evitar salidas de la vía.

Usos indebidos de las luces antiniebla y sanciones

La ley de tráfico sanciona tanto el exceso como el defecto de uso de luces antiniebla. El artículo 106.3 del Reglamento General de Circulación recoge que “El hecho de circular sin alumbrado en situaciones de falta o disminución de la visibilidad tendrá la consideración de infracción grave”. De este modo, no llevar al menos la luz antiniebla trasera “cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo” podrá suponer una multa de hasta 200 euros.

Lo mismo se contempla para los usos indebidos, con 200 euros por mal uso. Principalmente de las luces antiniebla delanteras. Como su uso ni siquiera es obligatorio, hay que estar seguros de que no se usan en condiciones indebidas porque mal utilizadas, pueden deslumbrar (tanto de frente como reflejada en los retrovisores). En cuanto al uso de las traseras, está muy claro cuándo deben usarse, por lo que es más complicado que optemos por activarlas y no haya condiciones necesarias para ello. Sin embargo, aunque en menor medida, también pueden deslumbrar, así que lo primordial sería acordarnos de desactivarlas cuando la niebla desaparezca o dentro de un atasco, ya que en una retención quedaría bastante claro cuál es la posición de los vehículos al estar cerca y verse las luces de los demás vehículos aunque haya gran densidad de niebla.

Por tanto, nunca deben usarse los antiniebla cuando haya condiciones climáticas favorables, tiempo seco y buena visibilidad. En esos casos, no van a suponer un gran añadido en materia de seguridad vial a los conductores a nivel de visibilidad extra y sí pueden ser una molestia y un deslumbramiento al resto de usuarios de la vía, especialmente de noche. Tampoco deberían usarse cuando la lluvia es ligera, porque la presencia de gotas en los parabrisas puede acrecentar la sensación de deslumbramiento que tiene el fuerte brillo de estas luces tan intensas.