Brihuega es mucho más que un campo de lavanda, bajo su suelo se esconden hasta 8 km de túneles
Sus más de ocho kilómetros se han acondicionado y señalizado alrededor de 700 metros para que puedan ser visitados por el público
El castillo más alto de España: su torre del homenaje mide 47 metros de altura
MadridBajo tierra, a metros de profundidad, la naturaleza y el hombre también nos ha regalado impresionantes creaciones como cuevas y grutas. Algunas de ellas ya fueron utilizadas por nuestros antepasados hace millones de años a modo de refugio, en las que dejaron sus huellas en forma de arte rupestre o dejando vestigios de su presencia ancestral. Estos enclaves naturales están repartidos por todo el territorio español y muchos de ellos suponen, además de un tesoro natural, un vaioso legado cultural e histórico.
A muchos sorprende que la localidad de Brihuega sea mucho más que campos de lavanda. El entorno del municipio castellano está plagado de campos en los que se cultiva esta planta aromática, por lo que se han especializado es productos relacionados con ella. Además, durante la floración veraniega, se forma un paraje de gran belleza que atrae a cientos de visitantes, pero muchos desconocen que bajo estos cultivos se encuentran las “Cuevas Árabes”.
La posición estratégica de este municipio de la provincia de Guadalajara, Castilla-La Mancha, la ha convertido en protagonista de algunas de las batallas nacionales más importantes. Durante la Edad Media, cuando aparece por primera vez en un registro, se la considera como un núcleo significativo de población, siendo mencionada como Castrum Brioca, un lugar de paso para algunos personajes históricos como el rey Alfonso VI, tras su huida de la corte por problemas con su padre, o Don Rodrigo Ximénez de Rada, que engrandeció el patrimonio de Brihuega con la construcción de algunos de los monumentos que todavía siguen en pie. Una de sus etapas de mayor esplendor fue en los siglos X y XI, momento en el cual crearon las "Cuevas Árabes".
Un laberinto de túneles y galerías
Los túneles que recorren el subterráneo de Brihuega fueron construidos entre los siglos X y XI por los árabes. Formaban y aún lo hacen hoy en día un laberinto repleto de galerías que cuentan con una longitud de unos ocho kilómetros. Siempre mantiene una temperatura constante de 12 grados, un reflejo de la maestría arquitectónica de la época musulmana y una experiencia única que combina historia, misterio y belleza.
Esculpidos directamente en la roca caliza, fueron originalmente creadas con fines prácticos, como el almacenamiento de alimentos y agua, aprovechando la frescura natural del subsuelo. En la actualidad se conservan algunos toneles y tinajas que se emplearon para esta tarea. No obstante, el fin de su creación fue la defensa en épocas de asedio, ya que, si se completa adecuadamente el recorrido del laberinto, se podía llegar al exterior de las murallas. Además, durante la guerra civil española, sirvió como refugio para la población del pueblo ante ataques a la localidad.
Visitar estas cuevas es una experiencia única. A lo largo del recorrido se pueden ver galerías excavadas a mano, huecos para tinajas, ventanas que conectan pasadizos, refuerzos de sillares de caliza alcarreña y una impresionante galería descendente con arcos apuntados de gran valor arquitectónico. Algunos de los pasajes están decorados con inscripciones y detalles arquitectónicos que revelan la influencia árabe en su construcción.
Estas cuevas son un entramado de galerías subterráneas que recorren unos 500 metros en el subsuelo del municipio y que puede constituir un auténtico laberinto bajo el pueblo. "Son unas Cuevas muy curiosas. La gente no se imagina el entramado de túneles y galerías en el que se adentran cuando las visitan. Todos salen con muy buenas sensaciones”, afirma Mercedes de Loro, una de las encargadas de guiar a los visitantes en su ruta junto a Mayte Bermejo.
Se puede disfrutar de esta experiencia todos los días, salvo los domingos por la tarde y lunes, que permanecen cerradas. Así, su horario de apertura es de 11:00 a 13:30 y de 17:30 a 19:30. Igualmente, el precio de la entrada es de 3 € para todos los públicos, según Turismo Brihuega.


