Lujo y detalles vip: las 7 estaciones de esquí más deluxe del mundo

Hablar de lujo en una estación de esquí no es sólo que te ofrezca suficientes remontes, kilómetros de pistas esquiables, nieve polvo o buenos descensos. Lujo significa no hacer colas, que la oferta apres ski cuente con alojamientos de ensueño, tiendas de primeras marcas, restaurantes con estrella Michelin y hasta servicio de limusina para el traslado desde el aeropuerto. Bueno, y por qué no, una clientela digna de sacar la cámara de fotos.

Esta estación de esquí suiza cuenta con 410 kilómetros de pistas, pero quienes llegan hasta aquí van buscando los 100 kilómetros de pistas negras para practicar esquí extremo. La posición de sus pistas permite mantener la nieve en estado polvo durante más tiempo que en el resto de estaciones suizas. Hay que hacer una parada en el mirador del Pico Monfort, desde donde se pueden divisar más de cincuenta cuatromiles.

Los pluses del lujo. Lo interesante de esta estación es que destaca por su sencillez y ausencia de ostentación: ni grandes tiendas, ni lujosos restaurantes (aunque no faltan bares), pero quien llega hasta aquí viene a esquiar, por eso es el destino favorito de deportistas de élite y sobre todo de la familia real inglesa, que se aseguran estar lejos de los focos de la prensa.

Con más de 150 años de antigüedad, es otra de las estaciones de esquí más conocidas de Suiza. Aunque el rey es el esquí, en sus más de 350 kilómetros de extensión se practican otros deportes, entre ellos hockey, golf, criquet o polo. Su orientación, que le permite disfrutar de 322 días de sol ¡en Suiza!, la ha hecho mundialmente famosa. En sus pistas se han celebrado dos olimpiadas de invierno y acogerán el próximo mes de febrero el Campeonato del Mundo de Esquí Alpino.

Los pluses del lujo. En St. Moritz todo son pluses: el clima -al que llaman clima champán porque es dorado, fresco y seco-, la oferta hotelera -donde el porcentaje de hoteles de 4 y 5 estrellas supera el 60%, con el legendario The Klum a la cabeza-, las tiendas -entre otras muchas Dolce & Gabbana, Louis Vuitton, Gucci, Prada o Versace- y la discreción frente a las caras conocidas -Robbie Williams, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Madonna, Hugh Grant o aristócratas como el rey Carlos Gustavo de Suecia- hacen de esta estación de esquí una de las más exclusivas del mundo.

En Colorado, EE UU, está una de las estaciones de esquí más famosas del mundo. Cuenta con cuatro áreas de esquí para todos los niveles y deportes de invierno, que se distribuyen en 336 pistas. Está situada en el corazón de las Rocosas, de ahí sus 1.300 metros de desnivel y las maravillosas vistas al Maroon Bells.

Los pluses del lujo. Además de aeropuerto propio, en Aspen la lista de restaurantes (entre ellos el famosísimo Element 47 u Oasis que sólo sirve caviar y champán), hoteles de cinco estrellas y tiendas de alta gama (Prada, Gucci, Burberry, Dior…) es larga, pero además cuenta con galerías de arte, un interesante plus para millonarios coleccionistas. Entre el famoseo que se da cita en estas pistas están modelos, cantantes y más de medio Hollywood: Melanie Griffith y Dakota Johnson, Uma Thurman, Elle Macpherson, Kate Hudson o Mariah Carey son algunas de sus habituales.

Este resort-estación de esquí está situado en el estado de Utah, está rodeado de otras 13, pero esta es una de las más grandes de Estados Unidos: cuenta con más de 800 hectáreas, más de 100 pistas para esquiar y más de 500 instructores a disposición de sus clientes. Acogió los juegos olímpicos de 2002, lo que da idea del nivel de sus instalaciones

Los pluses del lujo. En esta estación de esquí, varias veces premiada como la mejor estación del mundo, prima la tranquilidad por encima de todo, tanto es así que, a pesar de su extensión, tiene el aforo limitado a 6.500 forfaits diarios y está prohibida la práctica de snowboard. Otra de las razones por las que destaca este resort, además de por sus restaurantes, tiendas, galerías y spas de lujo, es que los remontes llegan hasta la puerta de los hoteles y algunos de ellos cuentan hasta con pistas privadas. Entre sus habituales está la otra mitad de Hollywood: Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick, John Travolta o Ben Affleck.