Harry estaba esperando a sus dos hijos en las puertas de la escuela de Carindale, Brisbaneen (Australia) en diciembre de 2014 pero sus pequeños, que entonces contaban con cuatro y cinco años, nunca aparecieron.
Durante estos tres años, tanto Harry como la policía ha tratado de forma desesperada de encontrar a los niños, pero la búsqueda no daba ningún fruto. Hasta ahora, que como si de un milagro de Navidad se tratase, los niños han aparecido.
Según recoge The Daily Mail, los niños fueron encontrados en el interior de Sunshine Coast con su madre, a unos 150 kilómetros de donde desaparecieron. Sus hijos estaban más cerca de lo que creía a pesar de que llegó a temer que los pequeños hubiesen sido llevados a Europa con su madre que tiene doble nacionalidad británica.