Llega el otoño y los cambios bruscos de tiempo: ¿Cómo afectan al cuerpo y cómo cuidarse?

A las puertas del otoño, los días duran menos y el tiempo cambia bruscamente de un día para otro. Es importante con tanto vaivén del frío y la humedad cuidar más de lo habitual nuestra salud, puesto que nuestro cuerpo no tiene tiempo de adaptarse tan rápido y podemos sufrir catarros, gripe, dolores o ansiedad, entre otras cosas. ¿Cómo debemos cuidarnos?

¿Cómo afectan al cuerpo los cambios de tiempo?

Una consecuencia clásica de los cambios bruscos de temperatura es la aparición de resfriados y gripes. La sequedad de las mucosas y la proliferación de virus y bacterias hacen que sea mucho más probable que estos gérmenes se adentren en nuestro organismo y nos hagan enfermar al infectas las vías respiratorias.

Además de la salud física, los cambios de tiempo afectan a la mental. En los días nublados y grises, la insuficiencia de vitamina D, esencial para generar melatonina y serotonina, puede hacer que nos sintamos más apáticos, enojados e irritables.

Es lo que se conoce como trastorno afectivo estacional, uno de los muchos trastornos del estado de ánimo que se caracteriza por depresión en una época concreta del año, normalmente el otoño o invierno. Entre los síntomas habituales están la somnolencia, irritabilidad, ansiedad, desesperación, aumento de peso y cambios bruscos del apetito.

También es frecuente que las precipitaciones y la nubosidad afecten a quienes padecen enfermedades autoinmunes. Las células del sistema inmunológico experimentan variaciones en su concentración en sangre y tejidos durante el día, y esto puede provocar un mayor cansancio y una mayor dificultad para concentrarse.

Enfermedades como las cardiovasculares o la artritis reumatoide se agravan durante el invierno y en los días de más humedad.

¿Cómo cuidarnos con cambios bruscos de tiempo?

Para evitar que el cambio estacional te haga enfermar, lo primero que debes hacer es informarte de la previsión del tiempo, puesto que un día puede hacer solazo y calor y al siguiente bastante frío y llover a cántaros. Es lo que tiene el otoño.

  • Procura llevar siempre una chaqueta para abrigarte y el paraguas a mano, por si las moscas.
  • Cuida la alimentación y mantén una rutina de ejercicio para reforzar tu sistema inmunológico. Esto también ayudará a tu estado de ánimo.
  • Procura protegerte de los virus lavándote las manos, tapándote la boca cuando tosas y protegiendo la garganta y la boca si refresca.
  • Ventila bien los espacios todos los días, ya que es época de virus y bacterias y es más importante que nunca oxigenar las habitaciones.
  • Para que la astenia otoñal no te afecte en exceso, procura además no acostarte ni levantarte muy tarde, ni echar siestas demasiado largas. La rutina te ayudará a estar más positivo y evitar los síntomas de la depresión. 
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