¿Por qué es tan común sufrir depresión en la universidad?

La depresión en estudiantes universitarios es un problema tan común como invisible. Común porque afecta a hasta el 50% de la población universitaria según los estudios. Invisible porque son muchos los jóvenes que lidian con la depresión en silencio hasta que su sufrimiento es insostenible.

La depresión en estudiantes universitarios: señales de que algo va mal

El trastorno de depresión mayor se caracteriza por una serie de señales. No tienen que cumplirse todas, pero sí es normal que más de una estén presentes:

  • Tienes un estado de ánimo triste la mayor parte del día y casi todos los días.
  • Te dejan de interesar actividades que antes sí te gustaban, o te cuesta sentir placer cuando las realizas.
  • Aparece un sentimiento de culpabilidad e inutilidad muy intenso e incapacitante.
  • Te cuesta concentrarte o pensar con claridad.
  • También te cuesta tomar decisiones.
  • Te sientes agitado, pero también hay ocasiones en las que notas que el cuerpo te va lento.
  • Pierdes energía, te sientes fatigado o cansado casi todos los días.
  • Cambia tu apetito: algunas personas no tienes hambre y dejan de comer, y otras experimentan atracones.
  • Se altera tu descanso: algunas personas sufren insomnio y otras hipersomnia o sueño excesivo.
  • Pueden aparecer pensamientos de muerte recurrentes e ideaciones suicidas, a veces sin planificar cómo te quitarías la vida, pero a veces acompañadas de un plan muy concreto.

En el caso de los estudiantes universitarios, todas estas señales son más habituales en épocas de estrés.

¿Qué es lo que preocupa a los estudiantes universitarios? Los detonantes de la depresión

El hecho de que la depresión universitaria sea tan común se debe a varios motivos de los que pocas veces se habla.

  1. La exigencia académica. Hay carreras universitarias en las que es necesario rozar la excelencia. También hay asignaturas que cuesta aprobar o bien porque la materia es complicada, o bien porque los profesores no saben impartirlas. A mayores, cuando no te gusta lo que estudias, aprobar se vuelve mucho más complicado.
  2. Las dudas respecto a tu futuro. Con 18 años se nos exige tomar la decisión correcta y tener claro a qué nos queremos dedicar durante toda la vida. ¿El problema? Que muchas personas no tienen ni idea y se sienten culpables por dudar.
  3. La economía. Como acabamos de ver, no siempre aciertas a la primera al escoger una carrera, y no siempre puedes aprobar. Esto implica un gasto económico que algunas familias no pueden permitirse, lo que a su vez provoca una sensación de vergüenza, inutilidad y culpa en los estudiantes universitarios.
  4. La presión familiar. Si bien hay familias que apoyan a sus hijos cuando dudan, cuando les cuesta aprobar o cuando pasan una mala racha, también hay hogares en los que se exige una perfección inalcanzable.
  5. La invalidación del sufrimiento cuando eres joven. Aunque cada vez hablamos más de salud mental, es muy común que cuando sufres y lo cuentas, algunas personas te digan que “exageras”, que “eres demasiado joven y no sabes lo que es sufrir” o que “lo tienes todo y no lo valoras”. Frases que empeoran todavía más la depresión.
  6. La sensación de aislamiento. Pensamos que la universidad es sinónimo de conocer gente y hacer amigos para toda la vida, pero esto no siempre ocurre. Muchos universitarios no logran hacer amigos cercanos durante la carrera, machacándose mentalmente por ello.
  7. La comparación con tus amigos de toda la vida. En este clima de confusión y soledad, es muy común compararte con tus amigos del instituto. Piensas que algunos ya han hecho amigos, otros están viajando y otros están felices con su carrera. En vez de hablar de lo que sientes, buscar otras opciones o tomarte un respiro, te fuerzas para parecerte a ellos y te odias a ti mismo por no ser feliz.

Si te sientes identificado con las señales de la depresión o estás expuesto a los detonantes que acabamos de ver, pide ayuda a tus seres queridos y busca orientación psicológica.