Por qué algunas personas recuerdan sus sueños al detalle y otras no retienen nada

Leonardo DiCaprio, en el mundo de los sueños de 'Origen'
  • Una investigación analiza qué características cognitivas, actitudes personales y dinámicas del sueño influyen en la capacidad para recordar las experiencias oníricas

  • Las personas que más recuerdan sus sueños son las que más interés muestran en este fenómeno

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No todo el mundo recuerda sus sueños de la misma forma. Hay quien nada más despertarse es capaz de evocar hasta el más mínimo detalle lo que acaba de soñar. Y hay personas que no recuerdan absolutamente nada. El por qué caer en los brazos de Morfeo nos afecta a unos y a otros de manera diferente es todo un misterio biológico. ¿Depende de la persona? ¿Del contexto? ¿De factores que hasta ahora no hemos sido capaces de detectar? Una reciente investigación publicada en la revista 'Communications Psychology' intenta arrojar algo de luz en este opaco asunto.

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Un diario de los sueños

El estudio, dirigido por el profesor Giulio Bernardi, de la IMT School for Advance Studies Lucca, analizó cómo ciertas características cognitivas, actitudes personales y dinámicas del sueño influyen en la capacidad para recordar las experiencias oníricas. Para ello se basó en el estudio de los sueños de casi 200 participantes de entre 18 y 70 años. Cada uno de los voluntarios tuvo que mantener un diario de sus sueños y registrar todo lo que recordaban nada más despertarse, así como hablar de si habían dormido bien o si sentían descansados.

El exhaustivo estudio, que recopiló datos entre 2020 y 2024, también implicaba que los participantes llevaran un conjunto de aparatos para monitorizar sus patrones de descanso y pasar unas pruebas psicológicas para tener registros de sus niveles de estrés, el estado de su memoria, su capacidad de focalizar la atención y su interés en el mundo de los sueños.

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Con toda esa información se llegaron a varias conclusiones. En primer lugar, todo apunta a que las personas que más recuerdan sus sueños son las que más interés muestran en este fenómeno, lo que sugiere que la predisposición podría jugar un papel clave en la habilidad de recordar lo soñado. La investigación también sugiere que las personas que tienen periodos más largos de sueño ligero tienden a recordar qué han soñado.

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Uno de los aspectos clave del estudio fue el análisis del sueño en la fase de movimientos oculares rápidos (REM), donde ocurren los sueños más vívidos. Durante esta etapa, el cerebro se encuentra particularmente activo, lo que aumenta las probabilidades de generar recuerdos más detallados de los sueños.

La edad y el clima también influyen

La edad también juega un papel importante, pues los jóvenes tienden a recordar más sus sueños, mientras que los adultos mayores suelen experimentar lo que se conoce como “sueños blancos”, es decir, la sensación de haber soñado algo aunque se muestran incapaces de recordar exactamente el qué. Otra conclusión curiosa de la investigación es que parece que las personas recuerdan más sus sueños en épocas como el invierno que en primavera. Esto indica que el clima podría jugar un papel clave en este proceso aunque, por ahora, todavía no está claro ni cómo ocurre ni cuál es su impacto.

Los investigadores señalan que estos hallazgos no solo contribuyen a comprender mejor los mecanismos detrás del recuerdo de los sueños, sino que también podrían abrir nuevas líneas de estudio sobre la relación entre los patrones oníricos y la salud mental. "Los resultados sugieren que la habilidad de recordar sueños (también conocido como ‘dream recall’) no es solo una cuestión de probabilidad sino un reflejo de actitudes personales, características cognitivas y dinámicas de sueño", concluye Bernardi.