Antonio José Aranda Martínez 24 FEB 2025 - 02:00h.

El impacto del acoso laboral va mucho más allá de la salud emocional y mental de quienes lo sufren. Un nuevo estudio ha revelado que los efectos negativos de esta situación también pueden extenderse a la pareja de la víctima, afectando su calidad del sueño y bienestar general.

Investigadores de la Universidad de East Anglia (UEA) en el Reino Unido, junto con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Sevilla, han analizado cómo el acoso en el trabajo influye en el descanso nocturno. En su estudio, publicado en el 'Journal of Interpersonal Violence', examinaron diversos indicadores del sueño, como despertarse demasiado temprano, la interferencia del insomnio en la vida cotidiana y la satisfacción con el descanso.

El insomnio, un problema que se contagia en pareja

Uno de los hallazgos más sorprendentes de la investigación es que los problemas de sueño derivados del acoso laboral pueden ser “contagiosos” dentro de una relación. Esto significa que la persona afectada por el acoso no solo sufre insomnio, sino que el descanso de su pareja también puede verse alterado debido a la situación.

Según la profesora de la Norwich Business School de la UEA, Ana Sanz-Vergel, "nuestros resultados muestran que los efectos del acoso laboral dependen del tiempo y son acumulativos, y van más allá del individuo y el entorno laboral, afectando también al sueño de la pareja".

Los investigadores descubrieron que la rumia de la ira, es decir, pensar de forma repetitiva en eventos estresantes, juega un papel clave en la relación entre el acoso laboral y los trastornos del sueño. "Cuando las personas sufren acoso en el trabajo, pueden recurrir a la rumia como una forma de procesar mentalmente e intentar afrontar los acontecimientos negativos", explica Sanz-Vergel. "Sin embargo, este pensamiento repetido puede llevar al desarrollo de problemas de sueño, afectando no solo a la víctima, sino también a su pareja".

Dos estudios que confirman el impacto del acoso en el sueño

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron dos estudios con participantes en España. En el primero, hicieron un seguimiento de 147 empleados durante cinco días, y en el segundo, analizaron 139 parejas a lo largo de dos meses. Los resultados mostraron que el acoso afecta la severidad del sueño a través de la rumia. Además, en el segundo estudio se evidenció que también influye en la satisfacción y el impacto del sueño en la vida cotidiana.

La profesora Sanz-Vergel destacó un aspecto llamativo: "Es muy interesante que el insomnio sea contagioso. Parece que los miembros de la pareja influyen en la intensidad del sueño y su impacto. No es sorprendente, ya que el despertar de uno de ellos puede provocar que el otro también se despierte".

¿Cómo combatir este problema?

Los expertos subrayan que para reducir el impacto del acoso laboral en el sueño es crucial intervenir tanto a nivel organizacional como individual. Fomentar un ambiente de trabajo saludable y minimizar los factores de estrés son pasos fundamentales.

Desde el punto de vista individual, desarrollar estrategias para desconectar del trabajo es clave. "La formación sobre cómo desconectar ha demostrado ser eficaz para minimizar los efectos del acoso", afirma Sanz-Vergel. Además, recomienda programas de prevención que incluyan a la pareja, ya que proporcionar herramientas para ambos podría reducir la rumia y el insomnio. Así pues, este estudio pone en evidencia que el acoso laboral no es solo un problema profesional, sino una situación que puede afectar gravemente la vida personal y el bienestar de toda la familia.

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