Danzaterapia para ayudar a los enfermos de párkinson: "una sensación de alivio"
El baile, recuerdan los neurólogos, libera dopamina, un sustancia en déficit en los enfermos con Parkinson
Los pacientes con párkinsom olvidan durante la terapia de baile los temblores y dolores asociados a esta enfermedad
Un neurólogo apuesta por una "evaluación global" en los pacientes de Parkinson para detectar los síntomas no visibles
La capacidad de la música para sanar sigue sorprendiendo, y si no que se lo digan a Antonio o a Beatriz, dos pacientes con párkinson a quienes el baile reduce los temblores y ayuda a mejorar la incidencia de la enfermedad.
Se trata de una iniciativa del departamento de Neurología del Hospital Universitario de Torrejón que ha creado un taller de baile para abordar la rehabilitación integral de los pacientes con la enfermedad de Parkinson.
El baile libera dopamina
La biblioteca de centro hospitalario público de gestión privada en Madrid se convierte por unas horas en una sala de baile que permite a Beatriz o a Antonio olvidarse de los temblores que agarrotan sus cuerpos y moverse con libertad y sin dolor. Ellos reconocen que cuando bailan se sienten como "personas normales" en la que desbordan felicidad y alegría y olvidan los síntomas más molestos de su dolencia.
El secreto de esta terapia lo cuenta la Cristina, neuróloga en este centro sanitario de Torrejón de Ardoz, Madrid. Según esta experta, los enfermos de Parkinson padecen un déficit de dopamina y la música y el baile elevan de forma natural esa sustancia, lo que les permite realizar movimientos y expresarse sin dolor.
Según Prieto, "hemos diseñado esta iniciativa para pacientes con párkinson porque es una enfermedad crónica progresiva que precisa un abordaje integral, donde las medicinas son sólo un aspecto más de su tratamiento".
Mejoría en la capacidad de movimiento y equilibrio
Existen numerosos estudios que avalan el beneficio de la danza en la enfermedad de Parkinson, demostrando mejoría en la capacidad de movimiento y equilibrio, en los problemas de ánimo como ansiedad y depresión y en algunas funciones cognitivas, entre otras, ha indicado el centro en un comunicado.
Para beneficiarse de esta práctica de manera regular, el hospital de Torrejón ha organizado sesiones semanales de una hora para integrar esta disciplina en la rutina del paciente, ya que las actividades motivadoras aumentan los niveles de dopamina en el cerebro, algo que mejora el estado anímico de los pacientes con párkinson.
Durante las sesiones se realizan movimientos de forma individual, en parejas o en grupos, según el ritmo de la música y el momento personal de cada uno.
"Cada persona hace su propio trabajo y el grupo crea una energía que acoge y potencia ese trabajo", ha señalado Prieto.
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