¿Fumas? Así influye en tus ojos el humo del tabaco y el vapeo

Fumar, vapear o combinar ambas prácticas es perjudicial para la salud en general, y para los ojos en particular
La Sociedad Americana de Oftalmología asegura que fumar puede provocar desde sequedad en el ojo hasta ceguera
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Hasta bien entrada la década de los 60, la sociedad no sabía el daño que causaba en la salud el hábito del tabaco. Fumar era una práctica socialmente bien vista y aceptada como un complemento para el disfrute de la vida (y así se publicitaba entonces).
Hoy en día ya no es ningún secreto para nadie que el tabaco puede provocar enfermedades pulmonares, accidentes cerebrovasculares, cáncer y otras afecciones muy graves pero, ¿sabías que también puede dañar los ojos? la Sociedad Americana de Oftalmología ha publicado un artículo en el que lo explica: fumar, vapear o combinar ambas prácticas es perjudicial para los ojos, y pueden causar distintas afecciones que serán más o menos graves dependiendo de tu estado de salud y tu edad.
Y es que, como en casi todos los vicios o hábitos nocivos, no es lo mismo fumar cuando se ronda la veintena que hacerlo cuando sobrepasamos los 50 años ya que el daño producido es mayor (también para la vista) y las dolencias propias de la edad, como las cataratas o la retinopatía diabética, empeoran con el humo.

¿Cómo le afecta el humo a tus ojos?
A medida que avanzamos en edad, es común que aumente el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades que empeoran con el tabaco, y con los ojos sucede lo mismo: si ya se tiene una dolencia o enfermedad en el ojo, esta empeorará si se fuma y se agravará cada vez más conforme pase el tiempo. Toma nota de las que citan los expertos de la academia americana:
Sequedad ocular
El humo del tabaco puede irritar los ojos y afectar negativamente a la producción de lágrimas, provocando sequedad ocular. Cuando esto sucede, se siente picazón, escozor, ardor o enrojecimiento que causan gran malestar en la persona fumadora.
Cataratas
La persona que fuma corre mayor riesgo de tener cataratas. La catarata es la opacidad del cristalino naturalmente transparente del ojo. Su presencia provoca visión borrosa y hace que los colores luzcan apagados, descoloridos o amarillentos. Se eliminan con cirugía.
Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE)
Esta enfermedad ocurre cuando la parte de la retina llamada mácula, se daña. Al parecer pierde su visión central y no permite ver detalles finos, aunque la visión periférica se mantiene normal.
Según los expertos de la Sociedad Americana de Oftalmología, los estudios muestran que los fumadores y exfumadores tienen más probabilidades de contraer DMRE que las personas que nunca fumaron, y no hay cura para esta dolencia.
Retinopatía diabética
Las personas fumadoras que también padecen diabetes, corren el riesgo de sufrir retinopatía diabética, que se produce cuando se dañan los vasos sanguíneos del ojo. Esta enfermedad causa visión borrosa o distorsionada y puede llegar a producir ceguera. Se trata con medicamentos, láser o cirugía.
Problemas del nervio óptico
Las personas que fuman corren el riesgo de tener problemas del nervio óptico, el que conecta el ojo con el cerebro. Dañar este nervio es grave, y puede provocar glaucoma e incluso ceguera.
Uveítis
Fumar puede causar una enfermedad que afecta a una parte media del ojo llamada úvea. Cuando esta capa se irrita deriva en una uveítis, que provoca ojos rojos, dolor y problemas de visión.
Enfermedad ocular de la tiroides
Uno de los síntomas de esta enfermedad ocular es la presencia de ojos protuberantes. Los fumadores que padecen una enfermedad ocular tiroidea corren el riesgo de que el estado de los ojos empeore o lleguen a perder la visión.
Todo ello sin olvidar que se han dado casos de lesiones oculares graves al explotar cigarrillos electrónicos cerca de la cara. Así que si fumas, vapeas o combinas ambos hábitos, ten en cuenta que dejarlo a tiempo es asegurarse una buena salud (también en los ojos).