Playa en pleno centro de Madrid para los niños hospitalizados que no pueden irse de vacaciones, la nueva iniciativa de Juegaterapia
Juegaterapia ha creado una playa en pleno centro de Madrid para los niños hospitalizados que no pueden irse de vacaciones
Los padres y madres de los pequeños agradecen la iniciativa de la fundación y ponen en valor esta playa en pleno centro de Madrid
El verano es sinónimo de playa y vacaciones, pero no todos pueden disfrutarlas. Hay niños con cáncer que estos meses deben seguir su tratamiento. Para que se les haga más llevadero, la Fundación Juegaterapia les trae la orilla a sus pies.
La Fundación Juegaterapia ha llevado a cabo una sala inmersiva en la que los niños hospitalizados pueden experimentar la sensación de estar en la playa, escuchar las olas del mar, sentir la arena entre sus pies y jugar con ella.
Playa en pleno centro de Madrid
María José Jara Nava, directora del club Juegaterapia, explica a 'Informativos Telecinco' que la idea es que los niños vivan una jornada como si estuviesen en la playa de verdad y "se olviden por un ratito del momento por el que están pasando".
Los padres y madres de los pequeños agradecen la iniciativa de la fundación y ponen en valor esta playa en pleno centro de Madrid: "Si cierro los ojos te trasporta a cualquier lugar paradisíaco del mundo. Es una maravilla, el sonido, los colores, las texturas...".
Las iniciativas de Juegaterapia
En el año 2010, desde Juegaterapia se dio un paso adelante poniendo en marcha un proyecto que amplía una idea de la que siempre han estado convencidos: el juego cura.
Desde entonces reconstruyen azoteas en desuso de hospitales de toda España para convertirlas en bonitos jardines donde los niños hospitalizados puedan salir a jugar, a ver el sol, a sentir la lluvia en la cara.
Poco a poco, han ido llenando de color las zonas pediátricas de los hospitales para crear nuevos mundos a los peques durante su estancia en el hospital.
La magia y la imaginación de los niños es muy grande como para contenerla en unas estancias tristes y aburridas, por lo que con la humanización de hospitales todos los niños pueden derribar esas paredes para descubrir nuevos mundos.