Nazareth Castellanos o aprender a respirar para ser más feliz: "Es el puente hacia el bienestar"

"Respirar bien no solo calma nuestro sistema nervioso, sino que también nos ayuda a ser más conscientes"
Meditar como fórmula para empezar a escribir: “Ayuda a reducir los pensamientos ‘parásito’”
Hace más de cien años, Santiago Ramón y Cajal lanzó una idea revolucionaria: todos somos capaces de moldear nuestro propio cerebro. Hoy, Nazareth Castellanos, física teórica y doctora en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid, reafirma este pensamiento desde una perspectiva singular: aprender a respirar bien puede ser la mejor forma de esculpir nuestra mente hacia una vida más feliz y saludable.
Castellanos, autora del reciente libro "El puente donde habitan las mariposas" (Siruela, marzo 2025), lleva una década investigando cómo algo tan cotidiano como respirar puede influir profundamente en nuestra salud mental. Según sus palabras, "respirar bien no solo calma nuestro sistema nervioso, sino que también nos ayuda a ser más conscientes de nuestro cuerpo y mente".
Sostiene que gran parte de los problemas actuales de ansiedad y estrés tienen una base biológica que solemos ignorar. Explica que, a pesar de que respiramos constantemente, lo hacemos mal: demasiado rápido, por la boca y con una exhalación incompleta. Esta respiración deficiente genera tensión física y mental, lo que afecta negativamente nuestra salud emocional y cognitiva.
Numerosos estudios científicos respaldan esta afirmación. Investigaciones recientes indican que cuando respiramos correctamente, especialmente alargando la exhalación y utilizando la nariz en lugar de la boca, reducimos significativamente la actividad neuronal asociada al estrés y la ansiedad. La propia Castellanos destaca cómo la respiración nasal mejora la atención y la memoria al sincronizar los ritmos neuronales, lo que repercute en una mejor salud mental a largo plazo.

Un hábito pequeño con grandes beneficios
Aprender a respirar adecuadamente es sencillo, pero requiere constancia y atención. Según Castellanos, el primer paso es observar nuestra respiración actual sin juzgarla. "La meditación comienza precisamente en esta observación ecuánime", comenta. La neurocientífica insiste en que no se trata de dejar la mente en blanco, algo imposible desde el punto de vista cerebral, sino de observar y aceptar nuestras distracciones sin frustrarnos por ellas. Detectar cuando nos dispersamos mentalmente es, paradójicamente, una señal de que estamos avanzando en la meditación.
La neurocientífica destaca que "respirar bien es una herramienta al alcance de todos, constantemente disponible". Sus investigaciones demuestran que pequeños ajustes en la respiración pueden tener efectos analgésicos, reducir la percepción del dolor, aumentar la concentración y proteger el cerebro contra el deterioro cognitivo asociado a la edad. De hecho, subraya que incluso períodos tan delicados como la jubilación pueden gestionarse mejor con una adecuada estimulación respiratoria y mental, evitando caídas abruptas en la actividad intelectual y social.
Castellanos advierte que nuestro estilo de vida contemporáneo, caracterizado por el sedentarismo interrumpido por breves momentos de actividad intensa, perjudica nuestra salud. "Vivimos de manera bipolar, pasando de la inactividad total al ejercicio agotador, sin un equilibrio intermedio", critica. En lugar de esta oscilación extrema, recomienda integrar pequeños descansos conscientes en nuestra rutina diaria, momentos en los que respiramos lentamente para restaurar la energía y mantenernos mentalmente activos durante todo el día.
La respiración, puente hacia la comunidad
La respiración consciente no solo impacta individualmente; Castellanos afirma que puede sincronizar a grupos enteros. Al respirar lentamente, quienes nos rodean tienden a imitar inconscientemente nuestro ritmo, generando una conexión emocional colectiva que refuerza la salud social, otro pilar fundamental del bienestar mental. Esta sincronización natural, según la experta, es fundamental para reducir la sensación de aislamiento social, especialmente significativa en las sociedades modernas.
El libro de Castellanos, que combina ciencia rigurosa con ejemplos accesibles, utiliza cartas imaginarias entre los filósofos Martin Heidegger y Hannah Arendt para ilustrar cómo la respiración y la meditación pueden integrarse en nuestra vida cotidiana. Estas cartas no son solo una herramienta narrativa, sino un recurso práctico que ayuda al lector a comprender y aplicar fácilmente técnicas que parecen abstractas pero son profundamente transformadoras.
En definitiva, aprender a respirar bien puede ser el cambio más sencillo y profundo que podemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida. Castellanos lo resume claramente: "La respiración es el puente hacia el bienestar". Solo es cuestión de cruzarlo.

