Estudios

¿Los alimentos ecológicos son mejores para la salud que los convencionales? Los expertos responden

¿Hay realmente tanta diferencia entre los productos ecológicos y los industriales?
En la producción ecológica están permitidos los invernaderos a gran escala y ciertas prácticas que afectan a la percepción de calidad. Informativos Telecinco
  • La ciencia no ha encontrado evidencia sólida que demuestre que los alimentos ecológicos tengan una calidad nutricional superior

  • El verdadero valor de estos productos radica más en el modelo de producción, el respeto al medio ambiente o la proximidad

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Cada vez más consumidores llenan su cesta con productos ecológicos, convencidos de que son más saludables, más nutritivos y mejores para su bienestar. Pero, ¿es esto realmente cierto? Por el momento, la ciencia no ha encontrado evidencia sólida que demuestre que los alimentos ecológicos tengan una calidad nutricional superior o que aporten más beneficios para la salud en comparación con los productos convencionales.

El verdadero valor de estos productos radica más en el modelo de producción, el respeto al medio ambiente o la proximidad, que en sus propiedades químicas o vitamínicas. En este reportaje desmitificamos creencias, aclaramos conceptos y analizamos qué hay realmente detrás de una etiqueta "eco".

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"No hay estudios que lo avalen"

Para ello, entrevistamos a Miguel Herrero, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad Autónoma de Madrid, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CSIC-UAM) y autor del libro Los falsos mitos de la alimentación (Catarata-CSIC).

Este experto recalca que, hasta la fecha, "no hay ningún estudio científico que demuestre que por que un alimento sea ecológico tenga más calidad, más variedad nutricional, o mejores nutrientes, y que sea mejor para la salud, que un producto convencional; el hecho de que sean ecológicos no se ha demostrado como factor que haga que estos productos sean más nutritivos, y todo en muchas ocasiones depende del contexto".

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¿Qué significa ser ecológico?

Herrero explica que la producción ecológica se basa en "un sistema de gestión y de producción agroalimentaria que se basa en la utilización de prácticas agrarias y ganaderas en las que se haya reducido el impacto sobre el medio ambiente". Esto implica, entre otros puntos, minimizar el uso de sustancias químicas no naturales.

"La característica más notable y más conocida de la producción ecológica es la prohibición expresa de utilizar tanto fertilizantes como plaguicidas y pesticidas sintéticos en lo que se refiere a agricultura, y del uso de antibióticos en lo que tiene que ver con la ganadería. Además, para que la producción ganadera sea considerada ecológica debe cumplir con algunos requisitos adicionales relacionados con el bienestar animal", subraya.

Certificación y controles

Herrero aclara que cumplir con las normas de producción ecológica "en ningún caso" garantiza un mayor respeto medioambiental que las prácticas convencionales. En España, primer país europeo en superficie de cultivos ecológicos, se aplica la normativa europea, que prohíbe el uso de organismos modificados genéticamente, exige rotación plurianual de cultivos, restringe fertilizantes y productos fitosanitarios, e impone medidas de bienestar animal.

"Un producto ecológico para poder serlo y etiquetarse tiene que estar certificado, con una legislación europea detrás que especifica qué se puede usar y qué no, y en qué cantidades. Los productores ecológicos reciben visitas de control y se puede analizar el suelo y sus productos, y si hay indicios de que están o no cumpliendo con la legislación", subraya.

Además, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica anualmente los datos de pesticidas y uso de químicos, detectando en ocasiones presencia de pesticidas en productos ecológicos, lo que revela cierta existencia de fraude.

No es oro todo lo que reluce

El investigador señala que en la producción ecológica están permitidos los invernaderos a gran escala y ciertas prácticas que afectan a la percepción de calidad.

"Cuando se transportan y se maduran en la cámara con etileno, que está permitido en la agricultura ecológica, esto también se nota. No se puede comparar un producto ecológico que se madura de manera industrializada, con uno de mercadillo, que es un producto a pequeña escala, que crece más lentamente, y que cumple con su momento de cosecha y de maduración en la planta; algo que también influirá en su sabor y olor. Todos estos parámetros hacen que te guste más o menos un producto, pero en la agricultura ecológica como en la convencional los nutrientes son equivalentes, no son más sanos o de mejor calidad los ecológicos", insiste.

Un control estricto

Herrero advierte además que el uso de fitoquímicos está muy regulado en España, al igual que el empleo de antibióticos en animales: "Esto también está súper regulado y si a una vaca, por lo que fuere, se le debe dar antibiótico, después por ejemplo esa leche que se le extrae se debe desechar. No puedes dar antibióticos a animales así por que sí. Todo tiene un control".

"Al final se dice ecológico con mucha libertad pero, ¿y todo lo que se vende fuera de lo que son grandes superficies quien tiene el control?", se pregunta Herrero.

El experto pone un ejemplo: unas manzanas o peras con etiqueta ecológica que vienen de Italia, envueltas en plástico y transportadas a larga distancia. "¿Aquí no será mejor un producto convencional o uno de la huerta de proximidad, que no ha emitido tantas emisiones para su transporte, por ejemplo, y cuya maduración y transporte no se ha realizado dentro de una cámara durante muchos kilómetros?", plantea.