Cambios físicos durante la menopausia: “No reconozco mi cuerpo, he subido mucho de peso y no logro bajar"
Por qué la energía se agota tan rápido en la menopausia y cómo hacer que dure más
Acumulación de grasa abdominal, falta de energía, hinchazón...
Grasa abdominal, hinchazón, fatiga, pérdida de masa muscular… Los estragos de una situación, la menopausia, que transforma el cuerpo de forma radical. Más del 70 % de las mujeres mayores de 45 se sienten incómodas con su nueva imagen y muchas afirman estar “atrapadas en un cuerpo que ya no las representa”.
“Me cuesta aceptar mi cuerpo desde que empecé a engordar. No me reconozco. No me gusto y me siento incómoda, lenta, pesada, poco ágil para hacer las actividades que hacía antes…”
Así arranca una investigación de DOMMA, empresa especializada en salud femenina, que analiza cómo viven las mujeres los cambios corporales durante la menopausia. Según su estudio, el 73 % de las mujeres mayores de 45 años afirma sufrir una notable acumulación de grasa abdominal, mientras que el 63 % menciona fatiga y el 50 % señala hinchazón y dificultad para bajar de peso, aunque sigan una rutina saludable.
"Estoy resignada a estar gorda"
Esta afirmación, que corresponde con lo que sintieron muchas participantes de este estudio demuestra un patrón que se repite con frecuencia: las mujeres afirman no reconocerse en su cuerpo y sentirse incómodas consigo mismas, incluso cuando hacen ejercicio o cuidan su dieta. Los testimonios de las protagonistas del estudio son más que elocuentes, con frases tan reveladoras como “Me siento atrapada en un cuerpo que no me sigue el ritmo y me preocupa que vaya a peor dentro de unos años.” o “Me cuido más que nunca y hago ejercicio de fuerza regularmente y no bajo ni un gramo.”
Según distintos estudios, muchas mujeres incluso experimentan alteraciones en marcadores de salud como colesterol, glucosa o tensión arterial (25 %), pérdida de masa muscular (44 %) y pérdida ósea (14 %). Pero lo más inquietante es que, como explica Mireia Roca, cofundadora de DOMMA, “la preocupación estética supera muchas veces a la preocupación por la salud”.
Cómo afectan los alimentos durante la menopausia
Uno de los factores clave en estos cambios físicos es el impacto que tienen los distintos alimentos de nuestra dieta en la glucosa en sangre, que tiende a desestabilizarse durante la menopausia. La nutricionista Raquel Clapés, experta en salud hormonal, advierte que es fundamental prestar atención al tipo de carbohidratos que se consumen. Para ella, hay que “Evitar los carbohidratos refinados y acompañar siempre las comidas con verduras ricas en fibra es crucial para evitar picos de glucosa que dificultan la pérdida de peso y reducen la saciedad.”
Clapés recomienda priorizar cereales integrales, legumbres y patata cocida como principales fuentes de hidratos, además de incluir proteínas en cada comida y optar por frutas enteras, preferiblemente con piel. Un pequeño gesto como mezclar arroz con verduras en lugar de consumirlo solo puede tener un impacto positivo.
El cuerpo cambia, pero no desaparece
A la transformación física se le suma un componente emocional profundo. Marimer Pérez, médica experta en menopausia, señala que la pérdida de energía es uno de los factores más frustrantes. “Durante la menopausia es normal que la mujer eche de menos aquella energía que tenía cuando era más joven y se sienta sin ganas de hacer nada” afirma la doctora
Sin embargo, algunas mujeres ven en esta etapa una oportunidad para rediseñar su salud. Cristina Martínez, cofundadora de DOMMA, destaca casos en los que el cambio de hábitos ha tenido resultados muy positivos. “Una mujer nos decía: ‘Apenas empecé con síntomas de perimenopausia comencé a hacer entrenamiento de fuerza y a cuidar mucho mi alimentación y la verdad es que me siento más sana y fuerte que nunca.’”
La clave, según las expertas, no está en recuperar el cuerpo de antes, sino en adaptarse a la nueva etapa con herramientas adecuadas y realistas, que permitan mantener la autoestima y el bienestar. Como concluye Pérez: “El gran tabú es todo lo que pasa a nivel psicológico, emocional y cognitivo en menopausia. La frase ‘no me reconozco’ no es solo física. Es vital.”
