La música cambia genes y mejora el cerebro de las personas con deterioro cognitivo, TEA y alzheimer

Los efectos de la música en el cerebro cambia genes y mejora a las personas con deterioro cognitivo
La música tiene importantes efectos en nuestro cerebro y más si tenemos deterioro cognitivo, TEA y alzheimer. Telecinco
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Que la música es beneficiosa, ya lo sabíamos. Pero un estudio realizado en España concreta aún más los efectos que llega a tener en personas con deterioro cognitivo, con autismo o demencia. La música modifica directamente los genes, las proteínas y la microbiota multiplicando los efectos positivos informan Hildegard Romero y Silvia Asiain.

Así se ha demostrado en un concierto celebrado en Galicia que, a primera vista, recuerda más a un centro de análisis que a un auditorio antes de abarrotar el patio de butacas se toma a los asistentes muestras de sangre y saliva porque este espectáculo es un gran experimento para medir cómo la música modula la expresión de los genes y especialmente en personas con deterioro cognitivo.

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Según explica Federico Martiñón, investigador principal del proyecto Sensogenoma, "cuando estamos sanos más de 1.000 genes se expresan de forma diferencial, pero patologías como el alzheimer o el trastorno del espectro autista (TEA), el número de genes que se expresan diferente son el doble.

Los investigadores han comprobado que exponerse a las partituras a las que da vida la Real Filarmonía de Galicia modifica algunos genes, pero también influye en la expresión de las proteínas y la microbiota. "Estamos desvelando rutas moleculares que son susceptibles de ser manipuladas con la música o farmacológicamente", señala Martiñón.

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El estímulo musical hace que estos genes se expresen en la dirección contraria a como se expresan con la enfermedad. Es decir, hay como un efecto compensatorio, porque esos genes se expresan con la música de manera opuesta a como lo hacen con la patología.

Esos cambios moleculares abren vías de investigación para futuros tratamientos.

Como señala Laura Navarro, coordinadora del proyecto Sensogenoma, "la música no solo nos hace más felices, sino que es un estímulo biológico que se puede capturar.

Así, la música no solo afecta a las emociones sino que repercute en procesos cognitivos, como son la memoria o la atención.

"Somos capaces de detectar cambios universales en los que las personas reaccionan a la música", concluye Antonio Salas, investigador principal del proyecto Sensogenoma.

Las muestras analizadas después del concierto evidencian los beneficios para pacientes con Alzheimer y el trastorno del espectro autista (TEA).

En el concierto del próximo 27 de septiembre entrarán en juego las emociones y la Banda Municipal de Música de Santiago, junto la Real Filharmonía de Galicia, interpretarán un repertorio que tiene por tema la música en el cine.

Una de las novedades es que durante la actuación, los participantes tendrán un sensor inalámbrico en las manos para medir el ritmo cardíaco y la actividad electrodérmica durante todo el concierto, un trabajo que se hace en colaboración con la Universidade do Minho. Otra novedad, también pionera, es que en este concierto también se recogerán lágrimas.

“Los resultados son sorprendentes y esperanzadores, y apuntan a que la música, una vez procesada de manera holística por las principales áreas anatómico del encéfalo, es un estímulo activador de elementos importantes de la respuesta inmune, cuyo eco resuena en la cavidad bucal de los donantes. Nos satisface pensar que estos estudios podrían guiarnos en la búsqueda de rutas y dianas terapéuticas en la enfermedad”, señalaron los investigadores.

En esta edición, igual que en las anteriores, se recogerán muestras de personas con enfermedades neurodegenerativas y con daño cerebral, gracias a la colaboración con Agadea, Sarela y el Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.