Conflictos familiares
Cómo conseguir que tú hijo adolescente te cuente qué tal le ha ido el día sin agobiarle: "Aún no saben volver del modo adulto en pruebas"
"No se trata de dejar de interesarse, sino de entender sus ritmos emocionales", señala Sara Desirée Ruiz
Cómo dejar de ser un padre cansino para tu hijo adolescente: "Hay que asumir que la familia pasa al segundo puesto"
La escena es habitual en muchos hogares: un adolescente entra en casa después de un largo día en el instituto y la primera pregunta que recibe es la de siempre, “¿Qué tal el día?”. La intención al hacerlo es buena, sin embargo, el efecto que suele conseguir es precisamente el contrario, recibiendo de vuelta monosílabos, evasivas o, directamente, silencio.
La educadora social y psicoterapeuta Sara Desirée Ruiz advierte que este hábito cotidiano genera una barrera innecesaria. “Mucha gente avasalla a preguntas a sus adolescentes cuando vuelven a casa, eso les pasa factura”, explica. No se trata de dejar de interesarse, sino de entender los ritmos emocionales de quienes están aprendiendo a desenvolverse entre la infancia y la adultez.
