Menopausia y tu pelo: los mitos que no son ciertos aunque estén extendidos, según un doctor experto

El cambio hormonal que se produce durante la menopausia tiene múltiples efectos en el cuerpo de la mujer, y entre ellos está una posible pérdida capilar, que puede llegar a ser total o parcial, aunque no es un efecto secundario fijo en esta complicada ecuación. Lo que sí es cierto es que esta etapa produce cambios en aspectos importantes del pelo, como su densidad, textura o hidratación. Es importante ser conscientes de que esto que ocurre no es culpa del tinte ni de tu champú, sino que tiene sus raíces en otro tipo de cuestiones.
Está probado que la menopausia favorece el adelgazamiento progresivo de la fibra capilar, la pérdida de densidad y, solo en algunos casos, alopecia androgénica femenina, sino de un proceso gradual susceptible de intervención médica. Esa claridad clínica es fundamental para separar realidad de mito.
En paralelo, especialistas independientes confirman que los cambios hormonales, especialmente el descenso de estrógenos, combinados con un predominio relativo de los andrógenos, actúan directamente sobre la fase de crecimiento del folículo. Según estudios, la caída de cabello por cambios hormonales (FPHL) es el tipo más común durante la menopausia, y está provocada por el desequilibrio entre estrógenos y andrógenos.

Los mitos falsos de la menopausia y el pelo
La menopausia y el color del pelo
Aunque se tiende a creer que la menopausia tiene relación con la aparición de canas, no es una creencia que tenga base real. Este cambio en la coloración capilar es un proceso influido por la genética, la edad, el estrés y ciertos déficits nutricionales.
Lo que sí que es cierto es que la menopausia puede hacer que el cabello luzca más claro o apagado, pero es algo relacionado con “la pérdida de grosor, que permite que la luz atraviese el pelo más fácilmente”, afirma el doctor Leone, de Hospital Capilar.
Teñirse o lavarse demasiado el pelo no tienen la culpa
Los tratamientos superficiales pueden dañar la fibra fina, y también apuntan a que los productos agresivos pueden amplificar la fragilidad, pero en ningún caso pueden desencadenar la caída por sí solos. Es una precisión importante: la causa de fondo es hormonal, no cosmética.
El cabello graso desaparece
No siempre ocurre esto, ya que es una situación que depende de factores individuales y de la respuesta del cuero cabelludo al cambio hormonal.

Lo que sí funciona para disminuir los efectos capilares de la menopausia
No existe una solución universal, ya que cada caso es diferente. Complementando esa observación, especialistas como la doctora Antonella Tosti enumeran una serie de tratamientos que cuentan con respaldo científico, como los tratamientos con minoxidil tópico, espumas al 5 %, bajo aplicación continua, o terapias complementarias como PRP (plasma rico en plaquetas) y terapia láser, útiles como soportes cuando existen evidencias clínicas de miniaturización folicular.
Sin embargo, la mejor solución suele ser contar con un enfoque integral, ya que estos efectos son reversibles si se actúa a tiempo. Por tanto, a las terapias ya enumeradas hay que añadir una serie de recomendaciones que cita el doctor Leone. Hablamos de aspectos tan básicos como seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, cuidar la hidratación del pelo, seguir un estilo de vida saludable y, por supuesto, consultar de forma temprana con especialistas (dermatólogo o tricólogo), especialmente si notas afinamiento o pérdida visible.
La menopausia cambia mucho, pero el cabello no está condenado a desaparecer. Gracias al respaldo médico y al conocimiento científico ya disponible, podemos actuar con estrategia: identificar a tiempo, elegir tratamientos adecuados, y desmontar mitos que solo generan angustia.
El mensaje central está claro: tu cabello cambia. Pero, con información precisa y tratamiento médico, también puede recuperarse parcial o totalmente. Resistir la desinformación es también parte del cuidado personal.

