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A principios de septiembre, investigadores de la universidad sueca de Umeå han publicado un estudio basado en 40.000 casos de cáncer en el que confirman que existe un vínculo claro entre la toma abusiva de antibióticos y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon en los siguientes cinco a diez años.
Los investigadores encontraron que las personas que tomaron antibióticos durante más de seis meses tenían un riesgo del 17% mayor de desarrollar cáncer en el colon ascendente. La hipótesis es que el impacto negativo que tienen los antibióticos en la microbiota intestinal está detrás de sufrir un mayor riesgo de padecer cáncer.
Hoy en día, el cáncer colorrectal representa el 10% de la incidencia mundial de cáncer y el 9,4% de las muertes por cáncer. El diagnóstico y detección temprana del cáncer colorrectal es prioritaria porque en los primeros estadios la enfermedad a menudo no presenta síntomas.
A medida que el tumor crece, los síntomas más comunes incluyen el sangrado del recto, sangre en heces después de defecar, heces oscuras o negras, cambios bruscos en los hábitos intestinales, necesidad de defecar cuando el intestino está vacío, estreñimiento o diarrea que dura muchos días, disminución del apetito, pérdida de peso involuntaria, calambres, dolor o malestar en la parte inferior del abdomen y debilidad con fatiga excesiva provocada por un cuadro de anemia.
En base a la proyección del envejecimiento poblacional, el crecimiento de la población y el desarrollo humano, se prevé que el número mundial de nuevos casos de cáncer colorrectal alcance los 3,2 millones en el año 2040. El aumento en la incidencia del cáncer colorrectal es atribuible principalmente a la elevada exposición a factores de riesgo ambientales como resultado del cambio de estilo de vida y de la dieta.
Estos cambios también afectan a los microbios que pueblan nuestros intestinos. La composición y función de los microorganismos que habitan en el intestino tiene un papel crucial en el desarrollo de cáncer colorrectal y la evidencia apoya el rol patogénico de ciertos microbios, como la bacteria Fusobacterium nucleatum, en el proceso de carcinogénesis.
Muchos factores de riesgo establecidos para el cáncer colorrectal, incluidos el exceso de grasa corporal y los factores dietéticos, podrían alterar el microbioma intestinal, pero el uso inadecuado de antibióticos puede tener un efecto más perturbador y radical.
El tratamiento abusivo con antibióticos puede alterar el equilibrio microbiano en el intestino, dando como resultado un sobrecrecimiento intestinal de la bacteria Clostridioides difficile que produce toxinas y causa diarrea e inflamación.
La disbiosis o desequilibrio en la composición microbiana intestinal inducida por los antibióticos puede alterar los efectos antiinflamatorios de algunas bacterias beneficiosas que forman parte de la microbiota autóctona y aumentar la cantidad de bacterias patógenas, lo que influye en la tumorigénesis del cáncer colorrectal.
Los cánceres gastrointestinales representan 1 de cada 4 casos de cáncer y 1 de cada 3 muertes por cáncer en todo el mundo. Existe una variación considerable en las tasas de incidencia y mortalidad en todo el mundo, pero la incidencia de cáncer colorrectal ha aumentado en regiones que anteriormente presentaban baja incidencia. La prevención primaria y secundaria de los cánceres gastrointestinales sigue siendo clave e incluye estrategias individuales como disminuir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol, controlar la obesidad y realizar revisiones periódicas para la detección temprana de los cánceres colorrectales.