También llamada urticaria a frigore, es una forma rara de urticaria crónica, que sólo afecta a un 3% de todos los pacientes con este tipo de urticaria. Es especialmente complicada en manos y cara -las zonas más expuestas a los cambios de temperatura-, y es más común entre los jóvenes que en adultos. Además, se ha estudiado que tiene una componente hereditario marcado.
¿Cómo saber si la tengo?
Los médicos hacen un primer diagnóstico poniendo un cubito de hielo sobre la piel del antebrazo y observando la reacción. En caso de sufrirla, las ronchas aparecen en los primeros cinco minutos. En la mayoría de los casos estas manifestaciones desaparecen por sí solas al poco tiempo. Si el 'test del cubito de hielo' diera negativo, se pasa a sumergir el brazo en agua fría durante unos minutos.
Cuidado también con la ingestión de bebidas frías
"El agua del mar es lo que más me afecta, pero también puedo sufrirlo al salir de casa desabrigada. Por eso, en invierno siempre voy bien abrigada y ni se me ocurre ir a la nieve", relata Liz. Los afectados por esta alergia pueden llevar una vida prácticamente normal. Lo único que deben hacer es protegerse bien con guantes y bufanda, evitar la ingestión de bebidas o alimentos fríos o darse baños en aguas frías.
"No es una alergia muy problemática, basta con estar atenta a la temperatura, un poco más que el resto de la gente; igual que si tuvieras una alergia alimentaria. Los que me rodean sólo deben acostumbrarse a una temperatura estable y a mis pijamas de franela", dice Liz.
Los diferentes tipos de urticaria a frigore:
Refleja: la urticaria aparece en todo el cuerpo al salir a la calle con temperaturas muy bajas y sin la ropa suficiente.
Localizada: se produce sólo en la zona de la piel en contacto con el frío.
Localizada refleja: la urticaria aparece alrededor de la zona expuesta al frío, pero no en ella.
Retardada: la urticaria aparece pasadas entre 3 y 24 horas después de la exposición al frío.
Esta es una alergia que no tiene una terapia curativa, sino preventiva. Se utilizan algunos fármacos antihistamínicos para evitar las reacciones, pero eso ocurre en la minoría de los casos.
"Mi solución es una vida de millonario", declara Liz, "solo me he podido bañar en el mar de forma prolongada en el Caribe". Bañarse en aguas a más de 25 grados es la única forma de no sufrir la alergia, pero esto es bien difícil en pleno Océano Atlántico, donde vive Liz.