España en estado de alarma: más confinamiento y mascarillas contra el coronavirus

  • España registra más de 117.900 casos y cerca de 11.000 muertes por coronavirus

  • Pedro Sánchez decide sobre la prórroga del estado de alarma este sábado

  • El dato positivo es que Sanidad da la transmisión por "controlada" y cae el ritmo de contagios

Más de 117.900 casos y cerca de 11.000 muertes. Son las dramáticas cifras del coronavirus en España, que en las últimas 24 horas se cobró 932 víctimas mortales y sumó 7.472 nuevos contagios al total. La esperanza entre la dolorosa estadística es que las autoridades sanitarias están convencidas de que las medidas adoptadas en el marco del estado de alarma y el confinamiento “están dando resultados” y eso se aprecia en una “ralentización” de los contagios. Este viernes, el porcentaje de incremento de los nuevos casos era de un 6,77%, lo que permitía a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, afirmar que “vamos bien” y seguimos “una evolución continuista”. “Los datos de nuevos casos están estabilizados”, ha dicho, destacando que, sobre todo, lo que se ha cumplido es el propósito primordial de “llegar a principios de la semana que viene sin haber saturado las capacidades de UCI en todo el territorio”. Ese es el mejor dato: algunos hospitales han informado de un descenso en los ingresos. Convencidos de que “poco a poco se está consiguiendo el objetivo que se pretendía”, pero llamando a no relajar las medidas de confinamiento antes de tiempo para no echar por tierra el sacrificio de todos, Sanidad ha informado, a través de la doctora María José Sierra, portavoz del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que el número de ingresados en la UCI hasta la fecha es de un total de 6.416, al tiempo en que ha precisado que las altas médicas ya superan las 30.513; un dato positivo al que aferrarse en medio del desconsuelo provocado por la pandemia.

Una nueva prórroga del estado de alarma

La reducción de la movilidad, el distanciamiento social y en definitiva, el confinamiento de todos en los hogares parece estar funcionando, pero ello no debe engañarnos: aunque la curva está “estabillizada” no ha plegado y la próxima semana “seguirá siendo dura”. Son palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que precisamente ha anunciado que este sábado Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, decidirá sobre una nueva prórroga del estado de alarma, algo que parece más que probable habida cuenta de que las cifras continúan siendo sumamente alarmantes y la situación sigue siendo extraordinariamente grave. El confinamiento es la forma más eficaz hasta el momento de frenar la propagación del COVID-19 y por eso relajar las medidas antes de tiempo puede tener un resultado fatal. Así las cosas, en el horizonte se aventura que el aislamiento se extienda más allá del 11 de abril, fecha prevista en el último decreto.

“La transmisión hasta ahora la hemos controlada. Probablemente ese famoso número de reproducción está ahora mismo alrededor de 1 o incluso por debajo de 1, y por eso estamos viendo un descenso en el número de casos diarios, pero existe un riesgo de que si no continuamos con las medidas necesarias durante el tiempo necesario todo ese avance que hemos tenido vaya marcha atrás”, ha advertido Fernando Simón. Por esta razón, las autoridades sanitarias permanecen con extrema cautela al respecto de la posibilidad de flexibilizar el confinamiento, si bien reconocen que que “a partir de ahora” pueden plantearse si mantener la misma línea o asegurar que “aunque los contactos puedan no reducirse tanto, sí que se reduzca la forma en que contactamos para que esa transmisión no se pueda producir”. Dicho de otro modo: lo que el Gobierno vislumbra en el horizonte es cómo pasar del confinamiento total a ir dejando paulatinamente que el ciudadano salga a la calle en el marco de una normativa que siga velando por prevenir el contagio pero desde otra forma de atacarlo. Y esa otra forma, como ha sugerido Fernando Simón, puede pasar por cambiar la forma en la que nos relacionamos, fijándonos “en Japón” como ejemplo, y “aprendiendo a utilizar los equipos de protección personal a medida en que estén disponibles en grandes cantidades”, esto es, salir a la calle con mascarillas.

El uso generalizado de mascarillas, "recomendación muy probable"

Preguntado al respecto de si, precisamente, se va a generalizar el uso de mascarillas Salvador Illa ha sido conciso: “Estamos estudiando todo un conjunto de medidas y muy probablemente esta va a ser una de las que vamos a recomendar, pero no quiero anticipar nada hasta que no lo tengamos decidido y lo podamos comunicar”.

Entre tanto, en una entrevista con Pedro Piqueras a través de una conexión con Informativos Telecinco, la directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud, María Neira, ha subrayado que la postura de la institución al respecto del uso de las mascarillas sigue siendo el mismo, es decir, que “son para uso de profesionales en el ámbito de los hospitales, en el ámbito donde hay pacientes, para uso de aquellas personas que puedan ser contagiosas, que tienen síntomas, que claramente tienen que estar aisladas y tener esa distancia social, y para aquellos cuidadores que están ahí”. Por esta razón, recalca, la OMS considera que, salvo que las nuevas evidencias y el nuevo conocimiento sobre el virus que se van adquiriendo digan de pronto lo contrario y haya que “reevaluarlo”, “el uso de las mascarillas a nivel generalizado no está justificado”. Así, Neira ha afirmado que quien quiera hacer uso de ellas las use “siempre que haya mascarillas para los profesionales”.

El debate, no obstante, continúa, especialmente habida cuenta de que en los países asiáticos como China, donde se originó la pandemia tras un brote que ahora dan por controlado, llevar la mascarilla ha sido obligatorio para todos y aún hoy lo sigue siendo.

El coronavirus en el mundo

Fuera de nuestras fronteras, el coronavirus sigue expandiéndose a gran velocidad y la cifra de casos se acerca ya al millón cien mil. Los muertos por el COVID-19 superan los 58.800 y los países infectados son 207. En el primer lugar del número de contagios en el mundo se sitúa Estados Unidos, aproximándose a los 274.000, mientras Italia, al que este viernes por la mañana España llegó a superar antes de que actualizasen sus datos, encabeza la nefasta lista de los países más castigados de Europa por la pandemia. Su balance se sitúa en más de 119.800 casos y más de 14.600 muertes, si bien las autoridades italianas ven también un descenso en el ritmo de contagios y una estabilización. Están convencidos de haber llegado a una meseta en la curva de contagios que se mantiene y que es la fase previa a que comience a descender.