Un científico ruso descubre el mejor y el peor amigo del coronavirus

  • El encargado de establecerlo ha sido un científico ruso

  • La humedad, la mayor vía de transmisión

  • El secado, su principal amenaza

Un científico ruso ha llevado a cabo una investigación para establecer cuáles son los factores que más favorecen la expansión del coronavirus y, por el contrario, cuáles son aquellos que la frenan. Su nombre es Vsélevod Beloúsov y ejerce como jefe en el Laboratorio de Tecnologías Moleculares del Instituto de Química Bioorgánica de la Academia de Ciencias de Rusia.

"A menudo la gente se pregunta si se transmite a través de objetos, manillares de puertas, botones de ascensores... La respuesta no es tan obvia. Todo depende de la humedad de estos objetos y del aire", compartió el experto en su perfil de Facebook.

"La posibilidad de infectarse con la superficie de objetos secos es muy limitada, ya que esa no es la ruta principal de transmisión", añadió.

Antes estas declaraciones, podemos sacar algo en claro: el mejor amigo que puede tener el coronavirus es la humedad. No obstante, el jabón o cualquier otro producto similar que utilicemos para lavar nuestras manos seguirá siendo fundamental, puesto que lo destruye al instante.

Por otro lado, un ambiente seco le pondrá las cosas difíciles. "El virus no puede vivir en un ambiente que no sea húmedo. El secado lo mata tan eficazmente como un detergente o alcohol. Es por eso que la transmisión del virus se produce por gotas en el aire. No son partículas del virus las que vuelan en el aire, sino gotas microscópicas, cada una de las cuales contiene cientos y miles de partículas virales", explicó.

"Cuanto más húmedo es el aire, mayor es la posibilidad de infección. Cualquier flujo de aire, por ejemplo durante la ventilación, secará las gotas y matará al virus".

No obstante, será complicado el contagio si se cumple con la distancia de varios metros recomendada. Y más aún si se emplea el uso de mascarillas. "La probabilidad de infección a una distancia de un metro es muy alta, pero las máscaras la reducirán en un factor de diez", concluyó el biólogo.