Ejercicios de mindfulness para tratar la ansiedad

  • Toma nota de estos sencillos ejercicios de mindfulness para reducir tu estrés y ansiedad

El estrés es uno de los grandes males de nuestro tiempo y cada vez nos resulta más complicado escapar de él . Las prisas de un mundo globalizado, el trabajo, la constante conexión a través de distintos canales, la competitividad presente en casi todo los ámbitos de nuestra vida y en breve el estrés generado por el calor y los cambios de temperatura como consecuencia del cambio climático... Hasta canas provoca el estrés. Luchar contra estos factores supone luchar con pautas que hemos naturalizado y que, a pesar de ello, resultan profundamente perjudiciales. Por eso es tan importante ser conscientes de la necesidad de bajar el ritmo y relajarnos para reducir el estrés. Si es tu caso y no sabes por dónde empezar, toma nota de estos consejos para reducir a ansiedad a través del mindfulness.

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Ejercicios mindfulness para reducir la ansiedad

El concepto de mindfulness hace referencia a la idea de conciencia plena o atención consciente, que consiste en una facultad espiritual o psicológica clave en el camino hacia la iluminación, según las enseñanzas budistas. Este término se utiliza hoy en día para hablar de la plena conciencia de nuestros pensamientos, acciones y motivaciones, y existe toda una tendencia hacia la introducción de las técnicas relacionadas con el mindfulness en nuestro día a día, destinadas a alcanzar la "claridad de mente". La meditación y la relajación son parte de todo este conjunto de ejercicios mindfulness para reducir la ansiedad.

Este tipo de ejercicios no tienen por qué ser prolongados en el tiempo: a veces basta con introducir pequeñas paradas conscientes en nuestro día a día para calmar los nervios y tomar conciencia de nuestro estado. Por ejemplo, puedes pautar un momento del día que se repita a diario y que sea tu momento de reflexión y gratitud: simplemente, cada día a la misma hora, párate a pensar en todo aquello por lo que debes estar agradecido. Te ayudará a poner en perspectiva tu jornada y a dar las cosas la importancia que realmente merecen.

Hay que parar el ritmo varias veces al día: apagar el móvil es vital

También puedes colocar pequeñas señales (en tu trabajo, en tu casa...) que, al mirarlas, se conviertan en una señal de parada: cada vez que veas una de ellas, respira hondo y analiza qué emociones estás experimentando en ese preciso momento y por qué.

Otro gran ejercicio, por sencillo y efectivo, es prestar atención a una vela encendida durante unos minutos (cuanto más, mejor). Se trata de un ejercicio de concentración y de relajación que te ayudará a dejar la mente en blanco y, al mismo tiempo, a aceptar y dejar ir los pensamientos que se crucen en tu camino. Y si quieres relajarte de verdad, prueba algo tan sencillo (y a la vez tan complicado) como apagar tu móvil durante una jornada completa. Ello te permitirá analizar cuántas veces sientes la tentación de coger el móvil y qué cosas te nace buscar en esos momentos. Es un primer paso para comprender qué uso haces de este aparato y, si así lo deseas, modificar tu relación con él.

Dedica tiempo a la limpieza y el orden

Otro ejercicio que te ayudará doblemente es el orden y limpieza, tal y como recuerdan desde Axa. Tómate tu tiempo para organizar y limpiar alguna parte de tu casa (por ejemplo, tu armario, deshaciéndote de paso de todo aquello que sobre o que no te haga feliz) y dedícate exclusivamente a esa tarea de manera consciente. La gracia de este ejercicio es que limpiar, por tedioso que nos parezca a veces, se asocia con la liberación de carga emocional, más aún si nos deshacemos por el camino de aquello que nos entorpece en nuestro camino hacia la paz y la felicidad.

La respiración, clave

Por último, recuerda la importancia de la respiración: es un factor clave para conseguir relajarnos y ser conscientes de nuestro cuerpo. El ejército de EEUU la usa incluso para dormir en situaciones de estrés. No sólo es positivo analizar su ritmo y respirar profundamente, sino analizar hacia dónde se mueve el aire que inspiramos, cómo afecta a nuestros músculos, qué sensaciones estamos experimentando mientras respiramos... Es la forma perfecta de detenernos y poner el foco en nosotros mismos.