Época de nueces y castañas: cinco mentiras sobre los frutos secos de otoño

eltiempohoy.es 11/11/2018 10:34

Es importante que distingamos a los frutos secos, cuya composición natural libre de la manipulación del hombre, cuenta con menos de un 50% de agua, de las frutas desecadas, con las que no tienen nada que ver porque en este último caso se trata de una deshidratación generada por la acción human sobre frutas con un alto contenido de agua.

Entre los más conocidos, almendras, anacardos, avellanas, castañas, nueces –de Brasil, Macadamia y Pecán-, piñones, pistachos, semillas de calabaza y girasol, y el cacahuete, que pese a ser una legumbre también se le considera popularmente un fruto seco.

Son altamente ricos en elementos beneficiosos para la salud porque contienen antioxidantes como la vitamina E y también la B, rica en minerales como el fósforo, magnesio, cobre y hierro, y contienen también algunos metales como el selenio y el zinc, además de calcio, fibras, hidratos de carbono, ácidos omega 3… Todas estas propiedades les hacen especialmente apropiados para las personas vegetarianas y veganas, aquellas que padecen de estreñimiento, las que están diagnosticadas con colesterol y para los estudiantes y deportistas por su alto contenido energético y calórico.

No engordan. Este es uno de los mayores mitos que rodean a este alimento, pero lo que realmente hace que suba nuestra báscula suba es una mala alimentación. Si mantenemos una dieta sana, cinco comidas al día y hacemos deporte podemos tomar diariamente 30 gramos de frutos secos, lo que aportará variedad a nuestra alimentación, una manera responsable de cuidar nuestro organismo. Eso sí, es conveniente que no estén elaborados, es decir, el consumo debe ser crudo, sin freír, hornear y sin sal añadida.

Buenos para el corazón. Un estudio publicado en 2013 por la Universidad de Harvard confirmó que personas que llevaban tres décadas comiendo estos nutrientes a diario eran menos propensas a padecer cáncer y enfermedades coronarias.

Incluso hay una relación entre los frutos secos y efectos en la longevidad. Según la investigación, las personas estudiadas tenían un 11% menos de probabilidades de padecer un carcinoma y casi un 30% de sufrir una enfermedad cardiaca.

No contienen azúcar, por lo que pueden ser consumidos por los diabéticos y también son muy recomendables para las personas hipertensas porque contienen también potasio, un mineral que suele perderse cuando se está sometido a tratamientos antihipertensivos.

En una jornadas celebradas en el año 2007 en Castellón, el doctor Emili Ros, una de las eminencias en este tipo de dolencias y miembro del equipo médico del Hospital Clínic, recomendaba consumir "un puñado" de frutos secos para rebajar la tensión arterial.

Los alérgicos a los frutos secos Según la Asociación Española de Personas Alérgicas a Alimentos y Látex, las reacciones alérgicas son aquellas reacciones debidas a un mecanismo inmunológico de hipersensibilidad inmediata frente a frutos secos, mediada por anticuerpos IgE específicos.

Como cualquier alimento poseen alergenos propios y otros compartidos con especies de la misma familia o de familias diferentes (panalergenos, que suelen corresponder a proteínas con una función similar: profilinas, tropomiosinas,…). Es una de las alergias alimentarias más frecuentes, aunque su prevalencoa varia según la edad y la zona geográfica, debido a factores ambientales y genéticos. En Europa, la más común y extendida es la avellana, y en España son frecuentes las reacciones a la almendra y la nuez.