Investigadores españoles desarrollan una prometedora tecnología óptica para la detección rápida del coronavirus

  • Investigadores españoles coordinados por la Universidad de Sevilla han desarrollado una técnica para detectar el coronavirus con tecnología óptica

  • Los primeros resultados son prometedores y apuntan a su potencial utilidad para la detección rápida y simultánea de muestras

  • Los autores de este trabajo subrayan, no obstante, que han publicado los primeros resultados y deben entenderse con cautela pues se refieren a condiciones controladas en laboratorio

La carrera científica por seguir avanzando en la lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2 y sobreponerse a la pandemia continúa exprimiendo el trabajo de los investigadores, que siguen afanados en la búsqueda de nuevos tratamientos y nuevas fórmulas de contener los contagios y la covid-19.

En este camino, un grupo de científicos españoles, coordinado por la Universidad de Sevilla, trae un prometedor avance de cara a la rápida detección del coronavirus usando para ello una nueva tecnología óptica.

Concretamente, se acaban de publicar los primeros resultados de sus ensayos en la revista ‘Scientific Reports’, del grupo Nature, los cuales arrojan conclusiones prometedoras, dejando ver que el sistema puede ser muy útil en el futuro a la hora de realizar, por ejemplo, cribados masivos.

La nueva tecnología ha obtenido resultados en la detección de SARS-CoV-2 en exudado nasofaríngeo de personas sintomáticas (las mismas muestras usadas en una prueba PCR) con una sensibilidad del 100% y una especificidad del 87,5%, y también se ha conseguido detectar la presencia del virus en saliva fresca de personas asintomáticas.

Del mismo modo, se ha logrado detectar, diferenciar y cuantificar dos tipos de virus sintéticos (lentivirus y coronavirus sintéticos) en dos tipos de biofluidos (solución salina y saliva artificial).

Más rapidez de procesado y mayor capacidad de analizar más muestras de forma simultánea

La técnica desarrollada por los investigadores detecta virus en gotas líquidas y residuos secos depositados sobre superficies, mediante el uso de imágenes hiperespectrales y el procesado de datos basado en estadística avanzada e inteligencia artificial.

Gracias a ello, permite el procesado rápido de múltiples muestras simultáneamente, sin contacto con las mismas ni necesidad de reactivos y con un equipo relativamente sencillo, utilizable por personal con una mínima formación, lo cual representa la gran ventaja de esta tecnología respecto a la PCR.

Para lograrlo, la tecnología usa equipamiento óptico estándar desarrollado de manera que pueda ser implementada en entornos con recursos reducidos.

La tecnología sería potencialmente útil como método de cribado masivo

Patentada la técnica, ahora los autores están analizando diversas opciones para que pueda ponerse en marcha de forma rápida y asequible, mientras siguen trabajando para validar los resultados obtenidos y estudiar la aplicabilidad a otros tipos de virus y pasar de una tecnología de cribado a una tecnología de diagnóstico.

De acuerdo a las primeras conclusiones, esta herramienta sería potencialmente utilizable como método de cribado masivo, rápido y fácil de implementar, ha informado en un comunicado recogido por EFE la Corporación Tecnológica de Andalucía, que colabora en el proyecto.

Los primeros resultados todavía deben ser considerados “con cautela”

Con todo, todavía queda trabajo por delante y los propios autores del estudio subrayan y advierten que estos resultados aún han de considerarse con cautela, dado que constituyen una ‘prueba de concepto’, con números relativamente reducidos de casos, en condiciones parcialmente controladas de laboratorio.

Por este motivo, actualmente trabajan en la validación de esta nueva tecnología en condiciones genéricas, incluyendo nuevas variantes del virus y los efectos de las vacunas.

Del mismo modo, pretenden realizar pruebas en espacios de gran aglomeración de personas, como aeropuertos, otros centros de transporte y eventos masivos, y aspiran a desarrollar una versión de su tecnología adecuada para su uso en teléfonos móviles.

La idea del método y el diseño del sistema es del investigador principal, Emilio Gómez González, catedrático de Física Aplicada de la la escuela técnica superior de ingeniería de la Universidad de Sevilla.

El trabajo es resultado del proyecto C-CLEAN, financiado por el Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Ciencia de Innovación), en la convocatoria de emergencia de proyectos de investigación sobre el SARS-CoV-2 y la enfermedad covid-19, y ha sido desarrollado por 30 investigadores de 11 instituciones nacionales.