¿Qué tipos de medicamentos existen y cuáles son sus principales usos?

  • Cerca de la mitad de la población mundial carece de acceso a servicio sanitario

  • Hay medicamentos para casi todas las dolencias de nuestro organismo

  • En parte del mundo todas las medicinas las paga el cuidadano de su bolsillo, si puede

Tener acceso a los medicamentos necesarios para cuidar nuestra salud es un lujo en el que a veces no reparamos: según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 2019, cerca de la mitad de la población mundial carece de acceso integral a los servicios sanitarios básicos y casi 100 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema (es decir, viven con 1,90 dólares al mes o menos) por tener que pagar los servicios de salud de su propio bolsillo. Por eso es importante conocer de cerca qué tipos de medicamentos existen y qué papel juegan en nuestras vidas.

Tipos de medicamentos: cuáles son sus funciones y por qué son importantes

Sin duda uno de nuestros grandes logros como especie ha sido el desarrollo de la medicina y la farmacia como ciencias que contribuyen cada día a mejorar nuestra calidad de vida. Además, gracias a ellas nuestra esperanza de vida ha aumentado considerablemente. Aunque a veces no reparamos en ello, vivir sin algo tan simple como una aspirina, un paracetamol o un ibuprofeno sería mucho más complicado. Ni qué decir tiene que los medicamentos relacionados con enfermedades como el cáncer han supuesto toda una revolución en nuestras vidas. ¿Qué tipos de medicamentos existen y para qué se utilizan?

Lo primero es conocer el concepto de medicamento, que consiste en uno o más fármacos integrados en una forma farmacéutica. Este medicamento es presentado para expendio y uso industrial o clínico, y está destinado a su uso en personas (también en animales), dotado de propiedades que permiten el mejor efecto farmacológico de sus componentes con el fin de prevenir, aliviar o mejorar el estado de salud de las personas enfermas, o para modificar estados fisiológicos.

Estos son los principales tipos de medicamentos que puedes encontrar en tu farmacia, según el código ATC o Sistema de Clasificación Anatómica, Terapéutica, Química, un índice de sustancias farmacológicas y medicamentos organizado según grupos terapéuticos, creado por la OMS:

  • Medicamentos para el sistema digestivo y metabolismo. Dentro de este grupo encontramos medicamentos para el tratamiento de alteraciones causadas por ácidos; agentes contra enfermedades funcionales del estómago e intestino; antieméticos y antinauseosos; medicamentos para terapia biliar y hepática; laxantes; antidiarreicos, agentes antiinflamatorios y antiinfecciosos intestinales; preparados contra la obesidad, excluidos productos dietéticos; medicamentos digestivos, incluidos enzimas; fármacos usados en diabetes; vitaminas; suplementos minerales; tónicos; agentes anabólicos para uso sistémico y estimulantes del apetito, entre otros.
  • Medicamentos para la sangre y órganos hematopoyéticos. En esta categoría tenemos agentes antitrombóticos, antihemorrágicos, Preparados antianémicos, sustitutos del plasma y soluciones para perfusión, entre otros.
  • Medicamentos para el sistema cardiovascular. En este caso encontramos medicamentos para terapia cardíaca, antihipertensivos, diuréticos, asodilatadores periféricos, vasoprotectores, agentes beta-bloqueantes, bloqueantes de canales de calcio, agentes que actúan sobre el sistema renina-angiotensina y agentes que reducen los lípidos séricos.
  • Medicamentos dermatológicos. En esta lista podemos encontrar medicamentos antifúngicos para uso dermatológico, emolientes y protectores, preparados para el tratamiento de heridas y úlceras, antipruriginosos (incluyendo antihistamínicos, anestésicos, etc.), antipsoriásicos, antibióticos y quimioterápicos para uso dermatológico, preparados dermatológicos con corticoesteroides, antisépticos y desinfectantes, apósitos con medicamentos y preparados antiacné, entre otros.
  • Medicamentos para el aparato genitourinario y hormonas sexuales. Se trata de antiinfecciosos y antisépticos ginecológicos, otros productos ginecológicos, hormonas sexuales y moduladores del sistema genital, y productos de uso urológico.
  • Preparados hormonales sistémicos, excluyendo hormonas sexuales. En este ámbito encontramos hormonas hipofisarias e hipotalámicas y sus análogos, corticosteroides para uso sistémico, terapia tiroidea, hormonas pancreáticas y homeostasis del calcio.
  • Medicamentos antiinfecciosos en general para uso sistémico. Antibacterianos para uso sistémico, antimicóticos para uso sistémico, drogas antimicobacterias, antivirales de uso sistémico, sueros inmunes e inmunoglobulinas y vacunas.
  • Agentes antineoplásicos e imunomodulador. En esta categoría se encuentran los agentes antineoplásicos, medicamentos para terapia endocrina, inmunoestimulantes y agentes inmunosupresores.
  • Medicamentos para el sistema musculoesquelético. Pertenecen a esta categoría los productos antiinflamatorios y antirreumáticos, productos tópicos para el dolor articular y muscular, relajantes musculares, preparados antigotosos, drogas para el tratamiento de enfermedades óseas y otras drogas para desórdenes del sistema musculoesquelético.
  • Medicamentos para el sistema nervioso. En este caso encontramos anestésicos, analgésicos, antiepilépticos, antiparkinsonianos, psicolépticos y psicoanalépticos.
  • Productos antiparasitarios, insecticidas y repelentes. Pertenecen a este listado los medicamentos antiprotozoarios, los antihelmínticos, así como ectoparasiticidas, incluyendo escabicidas, insecticidas y repelentes.
  • Medicamentos para el sistema respiratorio. Encontramos en este listado preparados de uso nasal, preparados para la garganta, agentes contra padecimientos obstructivos de las vías respiratorias. 5R05 Preparados para la tos y el resfriado, y antihistamínicos para uso sistémico, entre otros.
  • Medicamentos para órganos de los sentidos. Hablamos de medicamentos oftalmológicos u otológicos, y de preparados oftalmológicos y otológicos,
  • Medicamentos varios. Esa categoría es una especie de ‘cajón de sastre’ en la que se incluyen otros tipos de medicamentos que quedan fuera de las clasificaciones anteriores.