Puntos rojos en la piel: ¿por qué aparecen y qué significan?

  • Los puntos rojos pueden llevarnos a pensar que existe algún problema en nuestra piel pero, en realidad, se trata de una simple señal de envejecimiento

  • Se trata de dilataciones capilares que no suponen ningún riesgo para la salud: el único motivo para eliminarlos es estético

  • Existe un importante factor genético en estos casos, y lo normal es que, una vez que aparecen, vayan a más

A medida que nos hacemos mayores es normal que nuestra piel comience a mostrar ciertos signos de envejecimiento. Todos somos conscientes de la aparición de arrugas y, no gusten o no, comprendemos a la perfección cuál es su origen y no las consideramos peligrosas. También nos enfrentamos a la pérdida de elasticidad, a la aparición de pequeñas manchas... Sin embargo, existe otro signo de envejecimiento perfectamente normal que muchas veces identificamos con un posible problema cutáneo: la aparición de puntos rojos. Muchas personas se alarman al identificarlos pero, afortunadamente, no hay motivo para preocuparse. ¿Qué son los putos rojos en la piel y por qué aparecen?

Puntos rojos en la piel: por qué aparecen y qué significan

La aparición de puntos rojos en la piel es frecuente y normal, sobre todo a medida que nos hacemos mayores. Se trata simplemente de pequeñas dilataciones capilares provocadas por fallos en el sistema vascular que se asocian al envejecimiento cutáneo. Más concretamente, se denominan angioma capilar adquirido, y tienen un componente familiar muy importante: si alguno de tus ascendientes tiene tendencia a acumularlos, es probable que te ocurra lo mismo con el tiempo. También es frecuente que, una vez comiencen a aparecer, sigan haciéndolo en el futuro, independientemente de que decidamos iniciar un tratamiento para su eliminación.

Tal y como explica el dermatólogo Ramón Grimalt en declaraciones para EFE, los puntos rojos (también llamados 'puntos rubí' precisamente por su tonalidad característica) aparecen con frecuencia a partir de los 40 o 45 años. "Es un detalle de envejecimiento cutáneo no relacionado con el sol y que tiene un componente familiar clarísimo". Se asimilan a lo que ocurre frecuentemente en las piernas con las varices, si bien en este segundo caso la dilatación transcurre en paralelo a la piel, dejando ver esa especie de hilo de color oscuro, mientras que en el caso de los puntos rojos la trayectoria es perpendicular a ésta, por lo que el signo visible tendrá una forma redondeada.

Más allá del factor genético que existe en estos casos, lo cierto es que los puntos rojos pueden aparecer en casi cualquier persona y en cualquier parte del cuerpo, si bien suelen desarrollarse en el tronco. Suelen medir uno o dos milímetros aunque, en casos excepcionales, pueden ser mayores y alcanzar cinco, seis y hasta siete milímetros.

En cualquier caso, no representan un problema de salud, ni están asociados a enfermedades: el único motivo para eliminarlos es estético, pero esto no afectará a la posibilidad de que sigan apareciendo en el futuro. Eso sí, si se eliminan a través de alguna de las técnicas existentes (láser, bisturí eléctrico...), no volverá a aparecer un punto rojo en el mismo lugar.

En cualquier caso, es importante distinguir los puntos rojos de los lunares, algo muy sencillo teniendo en cuenta que los lunares no presentan el característico color rojo de estos puntos benignos. Ante la duda, lo mejor es acudir a un dermatólogo para definir con claridad de qué tipo de signo se trata, asegurándonos de que no suponga un peligro para la salud.