Las campanas de la Giralda de Sevilla repican en homenaje a las víctimas de coronavirus

  • La Conferencia Episcopal pidió el repique de campanas este domingo

  • Coincide con la bendición "urbi et orbi" del papa en el Vaticano

Las campanas de las iglesias de toda España repican este domingo para "acompañar la soledad" de los miles de fallecidos por la COVID-19 y dar "consuelo" a sus familiares, coincidiendo con la bendición "urbi et orbi" del papa en el Domingo de Resurrección.

Así lo propuso la comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal el pasado viernes en una carta. "La manera de despedir a los difuntos, celebrar ritos de esperanza y acompañar el duelo de sus deudos está en el origen de la civilización. La actual crisis socava este pilar", señalaba la misiva.

La misa del Domingo de Resurrección en una Basílica de San Pedro vacía

El Papa ha presidido la misa del Domingo de Resurrección en una Basílica de San Pedro vacía por las restricciones ante la emergencia provocada por el coronavirus, en concreto, desde el altar de la Cátedra, aunque no ha pronunciado la homilía ya que está previsto que imparta la bendición Urbi et Orbi a la ciudad y al mundo' desde el centro del templo.

En esta celebración litúrgica los católicos celebran la Resurrección de Cristo. Junto al pontífice se ha colocado el Crucifijo de la Iglesia de San Marcello al Corso que la tradición considera milagroso porque en 1522 fue llevado en procesión por los barrios de Roma y se cree que terminó con la "Gran Plaga" de peste.

Se trata del mismo crucifijo ante el que rezó el Santo Padre el pasado 16 de marzo cuando salió del Vaticano saltándose la cuarentena al ser trasladado a la plaza de San Pedro el pasado viernes 27 de marzo para la oración y bendición Urbi et Orbi en la que volvió a pedir el fin de la pandemia.

En el altar también se ha colocado la imagen de la Virgen Salus populi Romani, cuyo icono se guarda y se venera en la Basílica de Santa María la Mayor. La bendición Urbi et Orbi lleva pareja la posibilidad de ganar indulgencia plenaria.

El papa arremete contra el "egoísmo y la división" provocados por el virus

El Papa ha arremetido contra el "egoísmo", la "indiferencia" y la "división" ante un mundo "abrumado por la pandemia" provocada por el Covid-19, al tiempo que ha pedido a Europa que deje a un lado las "rivalidades" y encuentre "soluciones innovadoras".

"Hoy, la Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no sólo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la ocasión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a soluciones innovadoras", ha señalado el pontífice tras la bendición 'Urbi et Orbi', a la ciudad y al mundo, que ha impartido este Domingo de Resurrección.

Además, ha instado a los países miembro de la UE a abandonar con "urgencia" las "rivalidades" que los enfrentaron en la Segunda Guerra Mundial y que se reconozcan como miembros de una "familia". "Es la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones", ha añadido.

Más de 108.000 fallecidos en todo el mundo

Estados Unidos ya se ha convertido en el principal foco mundial de coronavirus por muertos y casos con más de medio millón de afectados y fallecidos por encima de los 20.000, según el balance actualizado a este domingo de la universidad Johns Hopkins, en un día en que, como nota positiva, ya son más de 400.000 el número de contagiados que ha superado la enfermedad.

El balance arroja un total de 1.777.666 contagios y 108.867 fallecidos. De ellos, 20.608 personas han muerto en Estados Unidos, donde el número de casos ya alcanza los 529.951, aproximadamente las cifras combinadas de España (163.027), Italia (152.271) y Francia (130.730).

Italia rebasará este domingo la cifra de 20.000 fallecidos. Actualmente el país transalpino registra 19.468 muertos, por delante de España (16.972) y Francia (13.851), aunque estos tres países, más o menos, han comenzado a constatar una ralentización en el ritmo de propagación de la enfermedad.