Los riesgos de contagio durante la salida de los niños a la calle

  • "El patinete, todavía, pero una pelota no tiene sentido"

Los niños y jóvenes menores de 14 años podrán salir a la calle desde este domingo 26 de abril. Esta medida ha sido una de las más demandadas por los expertos cuando ya se supera el mes de confinamiento a causa de la pandemia por coronavirus. El vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha comunicado las medidas que deben seguirse para que los menores puedan salir en condiciones seguras.

Los requisitos son; los niños podrán salir a la calle una vez al día, entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche; siempre deberán ir acompañados de un adulto que conviva con ellos, que puede ser el hermano mayor; tiene que respetarse la distancia social con otros niños; el adulto siempre debe estar cerca del niño, a una distancia que le permita controlarle en todo momento; los niños podrán llevar pelotas, patinetes y juguetes durante el paseo; y no se permite la entrada a parques ni otras áreas de juego.

El Ejecutivo, en primera instancia, iba a permitir que los niños pudieran acompañar a sus padres o tutores a realizar actividades esenciales, es decir, acudir al supermercado o al banco, entre otros. Sin embargo, la polémica surgió y el Gobierno rectificó, solo se permitirán paseos. Pues bien, la polémica no cesa, y ha vuelto a aparecer. Esta vez, con el permiso que tendrán los pequeños para sacar pelotas, patinetes o juguetes a la calle.

“El patinete, por lo general, cuando se usa, no se tocan las ruedas. Si lo tocas con la mano, tocas la parte que no toca el suelo, pero, ¿Una pelota? Es un disparate. Los niños sujetan la pelota con la mano, la botan -también con las manos- y, cuando la vuelven a coger, pueden contagiarse (sin darse cuenta pueden llevarse la mano infectada a la boca o la nariz y el adulto no enterarse)", señala a Informativos Telecinco el doctor Xavier Xercavins, experto en medicina preventiva.

"Al dejar de jugar, que se pone entre el codo y el cuerpo, se puede impregnar la chaqueta de virus, si en la superficie donde se ha jugado los había. Pasa igual con los juguetes. También hay riesgo de que se toquen la mascarilla después de haber estado jugando”, añade.

¿Se recomienda que los niños lleven mascarilla? “No hay tamaño de mascarillas para ellos. Habrá que hacerlos o utilizar las mascarillas quirúrgicas, las que se venden a 0,96 céntimos. Estas, si se bajan un poco que no tapen el ojo, pueden valer, más o menos. El caso es que no todas las mascarillas son efectivas, pero mejor llevarlas que no. El problema está en sacar a los niños”, destaca.

Las personas que llevan gafas pueden tener dificultades, como el vaho. "La forma más conocida para que no se empañen tanto las gafas es ponérselas después de haber colocado la mascarilla. Los cirujanos siempre han hecho esto", comenta el doctor de Doctoralia. Durante los últimos días ha circulado un video explicativo a través de las redes sociales donde se explica que, para que no se empañen las gafas con la mascarilla, se debe limpiar el interior de las lentes con jabón seco y pasar la gamuza. Sin embargo, algunos expertos apuntan a que este remedio no vale en todas las lentes.

“Hay una nueva patología en los niños. Muchos tienen miedo a salir, después de todo lo que está pasando. Dependerá de la manera en la que se lo hayan contado sus padres. Les han hablado de que hay un monstruo en la calle y es lógico que tengan miedo”, comenta. Los psicólogos señalan a que este miedo se presenta más en los niños con edades comprendidas entre los 4 y los 9 años.

¿Se recomienda llevar guantes en la calle? “Los guantes son una pieza psicológica. No privan de la infección. Es más la sensación de que, al llevarlo, no vas a tocarte la cara o coger una galleta para comértela. El virus no traspasa la piel, por lo que se ha visto hasta ahora”, explica Xercavins.

“En las casas donde hay niños, mi consejo, es que, al entrar, hay que limpiar la suela de los zapatos con una solución de agua y lejía. Esto cuando se vuelve de la calle. Otra opción es cambiarse los zapatos al entrar, pero es menos recomendable. De la otra manera es mucho más fiable que en el suelo del hogar no haya virus. Los niños así pueden jugar tranquilos dentro de casa”, concluye el doctor.